El COI sigue con los preparativos para Tokio 2020 pese al COVID-19
El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que los preparativos para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 siguen adelante pese a la amenaza global del COVID-19, argumentando que aún quedan cuatro meses para la gran cita deportiva y aún no deben tomarse “decisiones drásticas”.
“El COI sigue completamente comprometido con los JJOO de Tokio 2020, y con más de cuatro meses para su inicio aún no es necesario tomar en este momento decisiones drásticas”, explicó la organización en un comunicado.
El organismo con sede en Lausana “anima a todos los deportistas a seguir preparándose para Tokio lo mejor que puedan”, después de que el presidente del COI, Thomas Bach, celebrara una reunión virtual con presidentes de los comités olímpicos nacionales para analizar la actual crisis.
El anuncio fue realizado pocos minutos después de que la UEFA sí hiciera pública su decisión de posponer un año la Eurocopa, para así permitir a las ligas nacionales europeas, muchas de ellas detenidas por la pandemia, a que puedan terminar después de las semanas o meses de parón forzado.
El COI admitió que la actual situación “no tiene precedentes en el mundo”, reconoció que está impactando los preparativos para Tokio y que está cambiando “día a día”, manifestando además su solidaridad “con las sociedades que están haciendo todo lo posible por contener el virus”.
Añadió que el organismo “seguirá actuando con responsabilidad” y pedirá a todas las federaciones y comités que lo aglutinan hacer todo lo posible para contribuir a la prevención del coronavirus.
“La salud y bienestar de todos los implicados en las preparaciones de Tokio 2020 son nuestra principal preocupación, y se están tomando todas las medidas posibles para proteger a atletas, entrenadores y equipos de apoyo”, señaló en el comunicado el presidente del COI, el alemán Thomas Bach.
La organización subrayó que se seguirá monitorizando la situación cada día, con el equipo de expertos formado a tal fin por el propio COI, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el comité organizador de Tokio 2020 y las autoridades niponas.
La pandemia ya ha obligado a introducir mayores medidas de prevención sanitarias y preparar planes alternativos al actual recorrido de la antorcha desde Olimpia (Grecia) a la capital japonesa, señaló el COI.
Según el organismo, un 57 por ciento de los atletas participantes en Tokio ya han superado las pruebas de clasificación, y para el 43 por ciento restante se trabaja con las federaciones internacionales de los deportes afectados para analizar posibles cambios en los torneos clasificatorios.
El COI reiteró que podría aumentarse el sistema de invitaciones a atletas en deportes cuyos torneos clasificatorios se vean afectados por las cuarentenas y medidas de contención contra el COVID-19, aunque subrayó que sería “bajo circunstancias excepcionales” y analizando caso por caso los deportistas beneficiados.
Si hay Juegos, serán otros Juegos
El 24 de julio se mantiene de momento como la fecha en la que los casi 11.000 mejores deportistas del mundo se reunirán en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio, antes de medir sus fuerzas en busca de la gloria los estadios de la capital japonesa.
La milimétrica preparación del ciclo olímpico por parte de los deportistas y sus entrenadores, con picos de forma perfectamente calculados para coincidir con los torneos clasificatorios, se ha venido abajo. Y no se trata de prolongar ese momento óptimo unos días o un par de semanas: en la mayoría de los casos habrá un lapso de meses.
El preolímpico femenino de balonmano en Lliria (España) se trasladó de marzo a junio, lo mismo que el panamericano de boxeo de Buenos Aires; el clasificatorio de béisbol, en Taiwán, de abril a junio. Los ejemplos crecen cada día. La mayoría de las cancelaciones ni siquiera tienen nueva fecha. Junio es la meta: las federaciones confían en que la pandemia esté controlada para entonces. Los deportistas afrontan el reto de mantener la forma, pero los que se clasifiquen dentro de tres meses probablemente no sean los mismos que se hubieran clasificado ahora.
Desde el COI han animado a los deportistas a seguir entrenándose para Tokio 2020. Para algunos, según su deporte y su lugar de residencia, no será muy complicado. Pero para otros será prácticamente imposible. Lo ha expresado la campeona olímpica de bádminton, la española Carolina Marín, que tiene cerradas sus instalaciones de entrenamiento en Madrid y que tampoco puede viajar a otro sitio: “No tengo una casa como para montarme una pista de bádminton”. Entre los deportistas que lleguen a Tokio, no todos lo harán en las mismas condiciones.
La esperanza de ver en los Juegos de Tokio a las estrellas de la NBA se diluye: si la liga se reanuda en junio, el final de la temporada coincidirá con los Juegos y los profesionales no podrán acudir a la llamada de las selecciones.
En caso de cancelación de lo que queda de temporada en la NBA, porque continúa el riesgo de contraer el coronavirus, es improbable que los propios jugadores y que su sindicato acepten desplazarse hasta Tokio.
En otros deportes, ligas y países puede ocurrir lo mismo, en el caso de las disciplinas de equipo.
La incertidumbre sobre la disputa de los Juegos Olímpicos y la sensación de que la preparación de años se puede ir al traste genera en el deportista frustración y estrés. Es posible que caiga en la tentación de abandonar sus objetivos. “Tienen una excusa maravillosa para decir no me entreno, no me cuido, lo dejo todo…”, advirtió la psicóloga y exgimnasta María Fernández Ostolaza. El efecto de ese estrés -también responsable de lesiones- en sus resultados deportivos es un intangible pero, a día de hoy, es un factor que hay que tener en cuenta ante los Juegos de Tokio.Datos como el conocido este lunes, relativo a que siete de cada diez japoneses no creen que los Juegos vayan a inaugurarse el 24 de julio, aumentan la sensación de inseguridad sobre la gran cita deportiva.