Aumento de ansiedad y pánico entre trabajadores inmigrantes en NJ
Un mal silencioso e indetectable a primera vista, como el mismo Covid-19, avanza entre la comunidad hispana inmigrante, y hay que detenerla antes que avance más.
Comienza con la irritación, avanza como enojo y puede terminar como rabia, en ese momento salta la violencia doméstica, la intención del suicidio y cosas peores, dice la sicóloga de Rutgers University y maestría en Consejería de Montclair State University, Ivonne de Pascual, de origen mexicano.
La sicóloga sostiene que hay que estar muy alertar con los primeros síntomas de pérdida de salud mental, como los cambios en el patrón de conducta, a saber perder la paciencia muy rápido, irritabilidad, comer demasiado o dejar de comer, dormir mucho o dormir muy poco.
Ivonne está en la primera línea de contención del deterioro mental de los hispanos: mantiene una consejería sicológica gratuita para inmigrantes en la iglesia Saint Peters de Belleville. Además se encarga de consejería en Essex County Community College, para los jóvenes.
Ha detectado una nueva fuente de alteración: los videojuegos.
Muchos inmigrantes hombres invierten decenas de horas de ocio frente al televisor, dice, y no reconocen que tienen un problema: luego se levantan irritados, molestos o buscando pelea y quejándose de la situación económica causada por el Covid-19.
En las mujeres ha detectado una tendencia a llorar mucho, a entristecerse rápidamente, a comer en demasía.
Además ha detectado un incremento del consumo de drogas durante la pandemia. “Las personas que fuman marihuana o ingieren otras substancias más fuertes e ilícitas son las que más me preocupan porque en un primer momento puede traerles calma, pero después la ansiedad es mucho mayor,” expresa.
Ivonne está en desacuerdo que los negocios de venta de licor se hayan declarado de “primera necesidad”
Hay que señalar en la calle el consumo se ha disparado, lo que ha llevado a la alarma a organizaciones como la AARP o la Organización Mundial de la Salud a advertir que su consumo debilita las defensas de cara al Covid-19 . Un informe de Nielsen, del 7 de mayo, indicaba que en EE.UU. el consumo se ha incrementado en 22% durante la pandemia.
“En mi opinión los establecimientos esenciales deben ser los gimnasios” dice la sicóloga a Reporte a Hispano “porque he visto casos en que las mujeres acostumbradas al ejercicio han entrado en estado de pánico ante la falta de ejercicios y en algunos hombres incrementó de la agresividad”
Los niños, agrega, están sufriendo consecuencias severas por culpa del encierro porque están acostumbrados a que la escuela sea su mundo y en cambio están viendo en sus casas a sus padres enojados, algunas veces muy bebidos, sin espacio, sin sol y eso afecta su salud mental.
También ha detectado tendencias suicidas.
“Se reportan que jóvenes y adultos dicen ‘I lost my mind’, mejor me voy a matar. Me preocupa mucho que no tengan a nadie que los pueda ayudar,” dice.
La primera recomendación de la sicóloga a los inmigrantes es que busquen ayuda especializada. “Hay ayuda disponible, hay servicios para ustedes en sus municipios, en sus condados, contáctenlos, no tengan miedo, hay recursos para ustedes,” recomienda.
La hispana dice que los inmigrantes indocumentados no reciben beneficios económicos por la pandemia, y debido a que la mayoría de los que conoce pagan impuestos y cumplen con las leyes locales, deben recibir también ayuda del gobierno y del estado de Nueva Jersey.
“Las organizaciones comunitarias deben levantar conciencia entre las autoridades estatales y federales para que estas personas reciban ayuda, están desamparadas y eso les afecta mentalmente, viven un drama mucho mayor que los residentes legales y ciudadanos,” dijo.
Las personas que deseen apoyo pueden recurrir a la Oficina Intergrupal Hispana de Alcohólicos Anónimos de Nueva Jersey que está ayudando con grupos de soporte mental. Las reuniones son virtuales vía la aplicación zoom, contactar a Carlos O. Telf. (973)824-0555 o al 1-888-988-4928. La línea nacional para prevenir suicidio es 1-888-628-9454 (español), en Nueva Jersey llamar al 1-855-654-6735 (español)