Organizaciones intensifican campaña del Censo en New Brunswick ante baja participación
Kleibéel Marcano / Reporte Hispano
Durante las dos últimas semanas la oficina del Censo junto a organizaciones comunitarias han realizado una fuerte campaña para motivar a la población a llenar el formulario decenal.
Los esfuerzos se han enfocado principalmente en comunidades calificadas como Difícil de Contar (HTC, por sus siglas en inglés), entre ellas la ciudad de New Brunswick, en el condado de Middlesex en Nueva Jersey.
Para la fecha del 30 de julio, el porcentaje de auto respuesta del condado era 69.2%, mucho más alto que el promedio del estado que para la fecha alcanzaba el 64,8%. Sin embargo, en la principal ciudad de este condado, New Brunswick, el nivel de respuesta apenas llegaba al 41.3%, un porcentaje incluso más bajo que el promedio de respuesta a nivel nacional de 62,8%.
“New Brunswick es una ciudad difícil de contar porque en ella viven muchos estudiantes universitarios, muchos inmigrantes, personas que no hablan inglés o están temerosos por su estatus legal”, afirmó Karen Ford, de la organización The Pride Center of New Jersey, que realizaron una caravana por las calles de esta ciudad para instar a la población a llenar el cuestionario.
Según los datos del censo del 2010, unas 55,181 personas vivían para ese entonces en New Brunswick, de los cuales 49.93% eran hispanos y 16% afroamericanos.
Los grupos minoritarios (latinos, negros, asiáticos), los inmigrantes, los niños menores de 5 años y las personas que viven alquilados son considerados como población difícil de contar por el Censo.
Entre las barreras para contar a esta población están: no hablar el idioma inglés; desconfianza o temor a las instituciones gubernamentales; residir en viviendas con varias familias; sus direcciones no están en la base de datos del censo; no tienen acceso al Internet; entre otras.
Organizaciones pisan el acelerador
En New Brunswick el fin de semana pasado varias organizaciones instalaron tres quioscos del Censo en diferentes vecindarios con niveles bajos de respuestas al cuestionario.
En el Joyce Kilmer Park, voluntarias de la organización Proyecto Esperanza paraban a cada transeúnte y les motivaban a llenar el censo si aún no lo habían hecho. “Muchas de estas personas son gente humilde, algunos no les llegó el cuestionario o no tienen documentos, o sienten temor o piensan que el Censo es solo para los que están legales. Les explicamos que no es así, que todos sin importar su estatus legal deben llenarlo”, dijo la voluntaria Celmira Cordero.
Margarita García fue una de las residentes de New Brunswick que se animó a llenar el formulario en el quiosco del Censo. “Yo necesitaba ayuda para llenarlo y ellos (los voluntarios) me ayudaron en mi idioma (español)… es primer vez que lo hago, en el año 2000 yo no lo llené. Dicen que es importante para la escuela de los niños, para que reciban las ayudas, por eso lo llené”, afirmó la inmigrante mexicana luego de registrar en el cuestionario a sus dos hijos, su esposo y su cuñado.
Otra persona que también llenó el cuestionario en el quiosco fue Leonardo Vásquez, quien vive sólo y se animó a participar porque “la señorita (la voluntaria) me dice que es importante para la comunidad, pues estoy para ayudar en lo que pueda”.
Milagro Slee, otra voluntaria del Proyecto Esperanza, señaló que el día previo habían inscrito a más de 30 familias en el quiosco que instalaron en la escuela Paul Robeson Community School for the Arts, ubicada en el 199 de la Paul Robeson Blvd, durante el horario en que los padres fueron a recoger el almuerzo de sus hijos.
La Especialista en Enlace Comunitario para las Comunidades Hispanas en Nueva Jersey de la oficina del Censo, Tahirih Gómez-Smith, dijo que durante la semana voluntarios del Censo estuvieron presentes en 1,300 escuelas en zonas del estado con baja tasa de respuesta, motivando y ayudando a la población a llenar el cuestionario.
Gómez-Smith, quien estuvo presente en el quiosco del Censo que instaló la organización Hyacinth a las afueras del Latino Supermarket en el 132 Frech Street, en New Brunswick, señaló que a través de estas actividades junto a organizaciones comunitarias, instituciones de fe y negocios locales, buscan que el mensaje del censo sea trasmitido por “las voces de confianza del pueblo”.
En su opinión, las dificultades en el conteo en localidades como New Brunswick se debe al temor y la falta de confianza de la población, la falta de información sobre la importancia del censo, y en algunos casos las barreras del idioma.
NJ se juega 45 mil millones
Karen Ford, The Pride Center, explicó que cada persona que no es contada representa una pérdida para su comunidad. “Por cada individuo que no participa en el Censo 2020, representa una perdida de ingreso de aproximadamente $ 2,000 en financiamiento al año, por lo que durante los 10 años entre cada censo, eso equivale a aproximadamente $ 20,000 que el gobierno no reasignará a su ciudad o su pueblo. Eso suma millones de dólares en pérdidas para el estado”.
La información del censo determina la asignación, por parte del gobierno federal, de $ 675 mil millones a nivel nacional. Si se cuenta correctamente la población de Nueva Jersey, al estado le correspondería una asignación de $ 45 mil millones por parte del Gobierno Federal. Estos fondos se destinan a programas y servicios que afectan directamente a todos los residentes en los ámbitos de la atención médica, educación, vivienda, seguridad alimentaria, infraestructura, la preparación para emergencias y otros servicios esenciales.
Además, los datos del censo determina cuántos representantes tiene cada estado en el Congreso. Desde 1980 Nueva Jersey ha perdido tres escaños debido al recuento insuficiente y al cambio de la población.
Peter Chen, asesor político de Advocates for Children of New Jersey (ACNJ) y quien ha venido trabajando con organizaciones que están promoviendo el censo, dijo durante una entrevista que “las consecuencias de un recuento incompleto podrían ser devastadoras para las comunidades. Miles de millones en fondos federales se distribuyen según los conteos del censo. Si un área tiene un recuento insuficiente, esa área puede recibir menos fondos para carreteras, hospitales, escuelas, atención médica y más”.
Chen advirtió que los grupos minoritarios, los inmigrantes y las personas que hablan un idioma que no sea el inglés tienen menos probabilidades de responder al censo. Como resultado, sus comunidades pueden perder fondos críticos para los servicios que necesitan.
La preocupación de que las comunidades minoritarias no sean contadas en su totalidad aumentó en los activistas ante la noticia de la decisión de la administración del presidente Trump de reducir en un mes el tiempo para que finalice el censo.
“Reducir el período de tiempo para la respuesta del censo aumenta drásticamente el riesgo de un recuento insuficiente. La Coalición del Censo 2020 de Nueva Jersey ha escrito una carta al Congreso instando a que se incluyan extensiones del Censo en el próximo paquete de ayuda por la pandemia. El Congreso, no el presidente, tiene la responsabilidad final de garantizar un recuento preciso del censo. Ningún censo ha tenido que enfrentar este nivel de desafío o interferencia política. Los expertos de la Oficina del Censo pidieron una extensión porque la necesitan. No podemos permitirnos el lujo de tomar atajos cuando las consecuencias del recuento afectan la financiación de una década”, señaló Chen.
Hasta el 30 de septiembre la población tiene la oportunidad de llenar el Censo por Internet (www.2020Census.gov ) , por teléfono (844-468-2020, línea en español) o enviando el cuestionario por correo. Quienes no lo hayan llenado aún, a partir del 11 de agosto podrían recibir la visita de un enumerador del censo para llenar el cuestionario con usted.
Los funcionarios del censo y los activistas instan a la población a no esperar a que toquen a su puerta. Complete el formulario usted mismo. Solo toma 10 minutos.
This story was part of the “2020 Census: New Jersey Media Counts,” an initiative of the Center for Cooperative Media at Montclair State University.