Bodegas en Nueva Jersey en relativa calma, en Nueva York en alerta roja
Manuel Santana lleva siete años en su bodega Tenares, mientras cobra un paquete de galletas a un menor de su barrio, comenta que las bodegas en el downtown de Paterson tienen relativa tranquilidad: en sus años de instalado no ha sido víctima de ningún asalto o robo.
“Lo más peligroso es en los barrios donde hay morenos (afroamericanos) acaban de asaltar una bodega que recién abrió hace diez días en el barrio 5to creo. Otra zona caliente es la de la avenida Belmont,” anota.
Santana dice que como bodeguero permanece atento a las noticias de las bodegas. Le parece que los asaltos a las bodegas han disminuido un poco en la época de la pandemia.
Por lo pronto ha recuperado sus ventas, de nada que vendía en los primeros días de la pandemia ahora ha recuperado un 25% de sus ventas: dice que vende más que antes de la pandemia.
“Lo único que nos podría detener es una segunda ola de contagios ahora que el clima se pone más fresco,” dijo Santana.
Sin embargo, no todo es color de rosa: a muchos bodegueros los tiene preocupados un caso de secuestro, resuelto por el FBI hace seis días, en que el propietario de Easter Grocery and Food Market, de la 10 th Avenue (al que se refiere Santana), terminó liberado luego de ser atacado por dos sujetos según reportó Paterson Times.
En cambio en el vecino estado de Nueva York, la preocupación es diaria y alarmante.
Maria Mayor manager de operaciones de United Bodegas of America dice que los problemas de los bodegueros neoyorquinos, hispanos y dominicanos en su mayoría, han tomado tintes violentos.
“Cuando les piden a los clientes que se pongan las máscaras estos se niegan y se ponen violentos, en ocasiones hay pelea y, si la cosa se pone dura, hay armas de por medio,” dice Mayor.
Por otro lado sostiene que las ventas han bajado al nivel del 20% de antes de la pandemia.
En este momento están trabajando en un proyecto que han llamado “Bodegas Seguras” para el que están pidiendo financiamiento a la ciudad de Nueva York.
La propuesta pasa por instalar un “botón de pánico” en cada bodega que comunique directamente a la policía en caso de un asalto o pelea, además un sistema de cierre automático de puertas cuando hay peligro. El proyecto busca involucrar al NYPD y a las compañías de seguros.
Para eso están solicitando fondos a la ciudad, el presupuesto está en estudio.
“Esperemos que la ciudad de Nueva York nos ayude con los préstamos que da el gobierno y fondos locales para poner en marcha un programa amplio de seguridad para los bodegueros,” anotó.
La directiva recomendó a los bodegueros mantener seguridad en todo momento, mantener distancia social con sus clientes, usar máscaras siempre, mantener limpias y desinfectadas sus instalaciones y lavarse la mano o usar gel desinfectante con frecuencia. En lugares como Brooklyn, considerado zona roja para el Covid-19, las reglas son muy estrictas, las multas a los bodegueros que no cumplen con las normas sanitarias llegan a multas de $15,000.