El sistema de salud pública «mixto» complica el rastreo de contactos de COVID-19 y las notificaciones a la comunidad

LILO H. STAINTON, REPORTERA DE SALUD | NJ Spotlight

Es un desafío coordinar la recopilación y difusión de información vital 

Una vez más, el coronavirus circula rápidamente en las comunidades de Nueva Jersey. Los funcionarios estatales han informado a diario miles de casos nuevos y han compartido datos que demuestran cómo algunas situaciones, como las prácticas deportivas de los jóvenes y las fiestas privadas, parecen tener un rol importante en la propagación del virus. 

Pero no está claro si los residentes de Nueva Jersey están obteniendo la información que necesitan para mantenerse a sí mismos y a los demás seguros. 

Gran parte de los datos e información se publican en el sitio web COVID-19 del estado, y el gobernador Phil Murphy ahora tiene la intención de realizar tres conferencias de prensa semanales sobre el COVID, en vez de las dos conferencias semanales que ha venido realizando durante el verano y el otoño. El estado también trabaja con los departamentos de salud locales y de los condados para alertar al público cuando se identifican posibles focos de contagios del coronavirus. Y las escuelas tienen un protocolo para comunicarse con los padres cuando se descubren brotes en sus distritos. 

Pero el sistema de notificación pública es complejo y la coordinación del mismo puede ser un desafío, según los involucrados. El trabajo generalmente depende de una red de funcionarios gubernamentales y de salud pública que han estado en la primera línea de batalla contra el coronavirus en el estado desde marzo, y el incremento de nuevos casos aumenta el peso de sus responsabilidades. 

“El estado es un microcosmos de la nación. Tenemos este sistema de salud pública mixto. No tenemos un sistema de salud pública coordinado”, dijo la epidemióloga Stephanie Silvera, profesora de salud pública en la Universidad Estatal de Montclair. La mayoría de las veces, funciona bastante bien, dijo Silvera. “El problema es que, cuando hay una pandemia global que realmente requiere una respuesta coordinada, los sistemas que tenemos realmente se ven rápidamente sometidos a presión”, agregó. 

Durante semanas, los funcionarios de Nueva Jersey han señalado el rápido aumento de nuevos casos y hospitalizaciones como evidencia de que el estado ha entrado en una «segunda ola» de la pandemia, diagnosticada por primera vez en marzo. Desde entonces, en NJ se han reportado más de 270,000 casos de COVID-19, incluidas al menos 16,500 muertes confirmadas o probablemente causadas por la enfermedad.

Los casos comenzaron a aumentar nuevamente en octubre 

Después de la embestida inicial del virus, que en NJ alcanzó su nivel máximo en abril, la tasa de propagación dentro de las comunidades, y nuevos casos, hospitalizaciones y muertes, disminuyó significativamente durante el verano. Pero este patrón cambió en octubre, cuando la transmisión del virus comenzó a aumentar nuevamentea medida que las personas pasaban más tiempo en espacios interiores (donde la propagación es más probable) y pareció disminuir con las precauciones pandémicas. En ciertas ocasiones, como la semana pasada, la cantidad de casos nuevos en Nueva Jersey fue casi 10 veces mayor que los diagnósticos diarios informados a fines de agosto. 

Según la información proporcionada al Servicio de Enfermedades Transmisibles del Departamento de Salud del estado por los departamentos de salud locales, que son responsables de llamar a las personas que dan positivo en la prueba para informarles sobre los riesgos y rastrear sus contactos potenciales para contener la propagación, gran parte de los contagios parece ocurrir durante prácticas de deportes de jóvenes y eventos asociados, así como reuniones en hogares privados. 

La comisionada del DOH, Judy Persichilli, presentó el jueves varios gráficos que demostraban que de los 164 brotes del virus que ocurrieron entre fines de marzo y el 1 de noviembre, y que se pudieron rastrear: el 17% estaban relacionados con equipos deportivos; el 14% involucró trabajos de seguridad pública, alimentos y agricultura, incluidos restaurantes; el 13% estaban vinculados a reuniones privadas; el 12% a guarderías y el 10% provenía de otras situaciones laborales. No está claro exactamente cuántos casos están vinculados a estos grupos. 

“A menudo, el Departamento no recibe información adicional sobre los casos de los departamentos de salud locales después del informe inicial de un brote. Los brotes del virus impulsan las medidas de salud pública que se toman, no necesariamente la cantidad de casos asociados con ellos”, dijo la vocera de la oficina de comunicaciones del DOH, Dawn Thomas. 

Al examinar un subconjunto de estos datos – los 51 brotes reportados en octubre— Persichilli afirmó que el DOH descubrió que el 33% involucraba a equipos deportivos; el 11% estaba conectado a oficinas gubernamentales; y los trabajos relacionados con seguridad pública, guarderías y otros escenarios laborales contribuyeron con otro 10% cada uno. Los datos estarían más detallados y completos si los residentes de Nueva Jersey estuvieran mucho más dispuestos a cooperar cuando los rastreadores de contactos los llaman, señaló, algo que sigue siendo un desafío en casi dos tercios de los casos investigados.

«Esta información es vital para proteger la salud de los demás y contener la propagación del virus», dijo Persichilli el jueves. 

La transmisión viral es difícil de rastrear 

Los funcionarios del DOH han enfatizado repetidamente que, incluso con la participación del público, a menudo es difícil rastrear la fuente o la ubicación de la transmisión viral. “Sabemos si alguien da positivo. Pero incluso para esa persona, puede que no esté claro cuándo o cómo se contagió”, dijo Thomas. 

El proceso de rastreo de contactos y notificación pública del sistema de salud pública de Nueva Jersey fue diseñado antes del coronavirus para mantener a los ciudadanos a salvo de brotes como hepatitis, sarampión y gripe. El Servicio de Enfermedades Transmisibles depende de los informes de los proveedores de atención médica y los funcionarios de salud pública. Cuando los brotes involucran múltiples ubicaciones, el estado hace un anuncio público. Cuando la amenaza es más aislada, depende de los condados o del departamento de salud local informar al público. 

Thomas dijo que el proceso de notificación pública también varía según la enfermedad y la decisión la toman los expertos involucrados; Por ejemplo, el sarampión, al ser altamente contagioso y fácil de transmitir, requiere una rápida y amplia notificación pública, al igual que una situación que involucre a una persona que trabaje manipulando alimentos que haya contraído hepatitis A, que pudiera haber infectado a otras personas. No existe una regulación estatal que dicte cómo funciona este proceso, dijo, pero el DOH a menudo consulta con los funcionarios locales sobre la notificación pública, aclaró. 

«Si no estás dentro de este proceso de toma de decisiones, es un poco como una caja negra», dijo la profesora Silvera de la Universidad Estatal de Montclair sobre el sistema multifacético. 

Pero cuando se trata del coronavirus, la magnitud de la pandemia ha creado retospara las múltiples entidades de salud pública estatales, de los condados y gobiernos locales involucrados en proteger a las comunidades de la propagación viral. Estas agencias también deben equilibrar las cuestiones de privacidad y otras preocupaciones. Nueva Jersey esencialmente ha duplicado su capacidad de rastreo de contactos existente desde marzo, pero a medida que aumenta el número de casos, la carga de trabajo se expande, lo que podría resultar en demoras para alertar a los miembros de la comunidad sobre un peligro potencial.

«Lo nuevo es el nivel de seguimiento de contactos» 

“Realizar el rastreo de contactos no es algo nuevo en el campo de la salud pública. Lo nuevo es el nivel de rastreo de contactos que se requiere», explicó Silvera. «La capacidad tiene que coincidir con el número de casos». 

El DOH ha contratado a una empresa de personal para reclutarnuevos rastreadores de contactos y recurrió a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Rutgers para capacitarlos en un esfuerzo por garantizar que cada condado tenga al menos 30 rastreadores por cada 100,000 residentes. Cuatro condados han alcanzado este umbral, Cumberland, Passaic, Salem y Warren, pero varios, incluidos Bergen y Morris, permanecen en casi la mitad de esta tasa, según cifras estatales. 

Pero con la tan desenfrenada propagación del virus en las comunidades, y las infecciones diarias y el número de hospitalizaciones aumentando rápidamente, el rastreo de contactos ofrece una protección limitada, reconocieron los expertos. En los últimos días, Murphy y Persichilli han subrayado la importancia fundamental de las medidas básicas de control de infecciones, como usar máscaras, lavarse las manos y mantener la distancia social. 

«Desafortunadamente, estamos bastante más allá de la contención y vamos a regresar a la mitigación y tratar de reducir el impacto» de COVID-19, dijo Silvera. 

Esta traducción fue proporcionada por Reporte Hispano en asociación con el Centro de Medios Cooperativos de la Universidad Estatal de Montclair, y cuenta con el apoyo de la Fundación Geraldine R. Dodge. La historia fue escrita originalmente en inglés por NJ Spotlight y se está republicando bajo un acuerdo especial de intercambio de contenido de NJ News Commons relacionado con la cobertura COVID-19. Para leer más, visite njspotlight.com/espanol.