Cinco razones para seguir usando máscara después de vacunarse
Por Liz Szabo / Kaiser Health News
Como médica de emergencias, la doctora Eugenia South fue parte del primer grupo de personas en recibir la vacuna contra la covid-19. Tuvo su segunda dosis a principios de enero, incluso antes que el presidente electo Joe Biden. Así y todo, South dice que no tiene apuro por dejar de usar máscara. “Honestamente, no creo que vuelva a estar sin máscara en el trabajo”, dijo South, quien es directora del Urban Health Lab de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia. “No creo que me sentiría segura”.
Aunque las vacunas contra la covid-19 son altamente efectivas, South planea seguir usando máscara dentro y fuera del hospital.
Expertos en salud dicen que hay buenas razones para seguir el ejemplo de esta doctora. “El uso de máscaras y el distanciamiento social deberán continuar en el futuro, hasta que tengamos cierto nivel de inmunidad colectiva”, dijo el doctor Preeti Malani, oficial de salud jefe de la Universidad de Michigan. “Las máscaras y el distanciamiento están aquí para quedarse”.
Malani y otros expertos en salud explican cinco razones:
1. Ninguna vacuna es 100 % efectiva.Extensos ensayos clínicos hallaron que dos dosis de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech prevenían el 95 % de las enfermedades causadas por el coronavirus. Si bien esos resultados son impresionantes, una de cada 20 personas queda desprotegida, dijo el doctor Tom Frieden, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Malani señala que las vacunas se probaron en ensayos clínicos controlados, en los mejores centros médicos, en condiciones óptimas. Pero en el mundo real, las vacunas suelen ser un poco menos efectivas. Los científicos usan términos específicos para describir el fenómeno. Se refieren a la protección que ofrecen las vacunas en los ensayos clínicos como “eficacia”, mientras que la inmunidad real que se observa en la población vacunada es “efectividad”.
La efectividad de las vacunas contra la covid-19 podría verse afectada por la forma en que se manipulan, observó Malani. El material genético utilizado en las vacunas elaboradas con ARN mensajero del coronavirus es tan frágil que debe almacenarse y transportarse con cuidado.
Cualquier variante que no siga la guía de manejo de vacunas de los CDC podría influir en su funcionamiento, explicó Malani.
2. Las vacunas no brindan protección inmediata. Malani explicó que ninguna vacuna ofrece protección apenas la persona se vacuna. El sistema inmunológico tarda aproximadamente dos semanas en producir anticuerpos que bloquean las infecciones virales.
Las vacunas contra la covid-19, sin embargo, tardarán un poco más que otras porque tanto la de Pfizer como la de Moderna requieren de dos dosis. Las dosis de Pfizer se administran con tres semanas de diferencia, las de Moderna, con cuatro semanas. Es decir que no habrá protección completa hasta cinco o seis semanas después de la primera dosis. Una persona que se vacunó el día de Año Nuevo no estará completamente protegida hasta el día de San Valentín.
3. Es posible que las vacunas no impidan propagar el virus.Las vacunas pueden poporcionar dos niveles de protección. Por ejemplo, la vacuna contra el sarampión previene que el virus infecte un organismo, por lo que las personas vacunadas no transmiten la infección ni desarrollan síntomas.
La mayoría de las otras vacunas, como la de la gripe, evitan que las personas se enfermen pero no que se infecten o transmitan el virus a otros, explicó el doctor Paul Offit, asesor de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y de la FDA sobre las vacunas.
Si bien las vacunas contra la covid-19 claramente previenen la enfermedad, los científicos necesitan más tiempo para descubrir si también previenen la transmisión, dijo Saskia Popescu, epidemióloga con sede en Phoenix y profesora asistente en el programa de biodefensa de la Escuela Schar de Gobierno y Políticas de la Universidad George Mason. “Todavía no sabemos si la vacuna protege contra la infección o solo contra la enfermedad”, dijo Frieden, quien ahora es director ejecutivo de Resolve to Save Lives, una iniciativa mundial de salud pública. “En otras palabras, una persona vacunada podría transmitir el virus, incluso si no se siente enferma”. Hasta que los investigadores puedan responder esta pregunta, usar cubrebocas es la forma más segura para que las personas vacunadas protejan a quienes las rodean.
4. Las máscaras protegen a personas con sistemas inmunitarios comprometidos.Las personas con cáncer tienen un riesgo particular de contraer la covid-19. Estudios han mostrado que son más propensas a infectarse y a morir a causa del coronavirus. Y es posible que las vacunas no las protejan, dijo el doctor Gary Lyman, profesor del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson.
Los pacientes con cáncer son vulnerables en muchos aspectos. Las personas con cáncer de pulmón son menos capaces de combatir una neumonía, y los que están bajo quimioterapia o radioterapia tienen sistemas inmunes debilitados. La leucemia y el linfoma atacan directamente las células inmunitarias, lo que dificulta que los pacientes combatan el virus.
Lyman dijo que no se sabe cómo reaccionarán a la vacuna los pacientes oncológicos, porque fueron excluidos de los ensayos clínicos. A solo unos pocos participantes se les diagnosticó cáncer después de inscribirse. En este grupo, la protección de las vacunas solo fue de 76 %.
“Por ahora, debemos asumir que los pacientes con cáncer pueden no experimentar el 95 % de eficacia”, completó Lyman.
También hay algunas personas alérgicas que no pueden vacunarse.
Usar máscaras también ayuda a proteger a estos grupos más vulnerables.
5. Las máscaras protegen contra cualquier cepa del coronavirus, la original y las nuevas mutaciones.Líderes a nivel global están muy preocupados por las nuevas variantes genéticas del coronavirus, que al parecer son 50 % más contagiosas.Hasta ahora, los estudios sugieren que las vacunas protegerán contra estas cepas. Pero es claro, según explicó Frieden, que los cubrebocas, la distancia física y medidas como evitar multitudes protegen contra todas las formas del virus, y de otros virus respiratorios. Por ejemplo, los casos de gripe bajaron dramáticamente en todo el mundo desde que se implementaron las cuarentenas y el uso de máscaras. Lo ideal es combinar las vacunas con las máscaras y el distanciamiento, para poner fin a la pandemia, dijo Offit. “Los tres enfoques funcionan mejor en equipo”.