Embarazadas latinas alegres por autorización para vacunarse contra el COVID-19
Aracelli Coi, de 27 años y peruana de nacimiento, tiene siete meses de embarazo, ya sabe que tendrá una niña, y hace quince días, cuando fue a su último control, le dijeron que no podía vacunarse contra el Covid-19, que la vacuna podría afectar a su bebe.
Eso lo cuenta mientras dobla ropa en una lavandería en el condado de Passaic, NJ, contenta de saber que los Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han aprobado que las embarazadas pueden vacunarse.
Su próximo control será en algunos días, está a la espera que la llamen para su próxima cita.
Ha pensado solicitar cita en el hospital Saint Joseph de Paterson para que le apliquen la vacuna Pfizer/Biotech no quiere saber nada de las otras vacunas porque “la Johnson crea coágulos en el cerebro a las personas jóvenes. Lo vi en las noticias”.
Ahora ya tiene tiempo para pensar en el futuro. “Sólo quiero que mi niña venga a un mundo distinto al de ahora”, dice mientras alisa un pantalón y se apura a terminar de doblar la ropa. Una sonrisa le ilumina el rostro.
Unos días atrás la dominicana Suagiri Jiménez, residente de la ciudad de Passaic, a punto de parir a su bebé, se pesaba de no poder vacunarse. Los médicos no se lo recomendaban porque no había una decisión oficial, es decir no tenía permiso para aplicarse la vacuna.
Finalmente todo salió bien: dio a luz a un niño fuerte y chillón al que le ha puesto el nombre de Taylor. “Espero que sea un hombre de bien, quiero darle la mejor educación posible, y que tenga mucha salud: dijo Suaregi. “Veo que con esta pandemia nuestro futuro está un poco complicado pero con la ayuda de de Dios más adelante todo saldrá bien, ahora que nos están vacunando a todos todo viene para mejor”
De esa manera el anuncio del viernes 23 de abril pasado, de la doctora Rochelle P. Walensky, jefe del CDC , en la Casa Blanca, afirmando que las embarazadas ya pueden vacunarse despeja un nuevo escollo de vacunación para los residentes en suelo estadounidense.
Sin embargo la funcionaria dijo que “Sabemos que ésta es una decisión profundamente personal y animo a las personas a que hablen con sus médicos y sus proveedores de atención primaria para determinar qué es lo mejor para ellas y sus bebés”.
Llegar a este punto no ha sido fácil, como lo explicó el Dr. Elmer Huerta en su pastilla diaria de información en la cadena CNN en español, porque las mujeres embarazadas habían sido excluidas de la fase 3 de investigación de la vacuna, aquella en que se medía la eficacia de su aplicación, ante el temor “de que no se sabía a ciencia cierta cómo reaccionarían (las embarazadas)”.El cambio de opinión fue posible gracias a una investigación preliminar que se hizo entre 35,000 mujeres embarazadas por parte de Pfizer/Biotech, la fabricante de la conocida vacuna, después que la jefa del CDC se reuniera para discutir los resultados con los editores de New England Journal of Medicine, el 14 de abril.