Las credenciales de vacunación, la última polémica divisoria

Beatriz Pascual Macías / Agencia

El debate sobre la creación de un documento para identificar a las personas vacunadas contra la covid-19 se ha intensificado en Estados Unidos, donde empresas y gobiernos estatales estudian fórmulas para hacerlo mientras los republicanos intentan usar este asunto para atacar al Gobierno de Joe Biden.

El presidente del ultraconservador Freedom Caucus (Caucus de la Libertad) del Congreso, el legislador Andy Biggs, presentó un proyecto de ley que prohibiría a las agencias federales emitir cualquier tipo de documentación que muestre que un individuo ha sido o no vacunado.

En declaraciones, Biggs consideró que esas acreditaciones solo servirán para imponer el sistema de vigilancia del “Gran Hermano” en la sociedad estadounidense.

El proyecto de ley, respaldado por otros 18 legisladores ultraconservadores y cercanos al expresidente Donald Trump, no tiene ninguna posibilidad de ser aprobado por la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes de EE.UU., pero muestra hasta dónde están dispuestos a llegar los republicanos.

Frente a ello, el Gobierno de Joe Biden ha dejado claro que no tiene intención de involucrarse ni apoyar ningún esfuerzo para crear una credencial que sea obligatoria a nivel federal, aunque ha dejado abierta la puerta a que el sector privado desarrolle sus propios sistemas.

UNA IDEA IMPULSADA POR EL SECTOR PRIVADO

La idea del sector privado es crear una credencial universal que puedan usar aerolíneas, restaurantes o estadios para permitir la entrada a los estadounidenses que ya se han vacunado, en un intento por aumentar la sensación de tranquilidad y volver a la actividad económica anterior a la pandemia.

Esas credenciales serían similares a las tarjetas de embarque de los aviones, que pueden mostrarse con una aplicación en el teléfono o pueden imprimirse en un documento en formato pdf.

Popularmente, han recibido el nombre de “pasaportes de inmunización”, pero su uso sería solo para dentro de EE.UU., no el extranjero.

Detrás de esa propuesta está una coalición llamada “Iniciativa por las Credenciales de Vacunación” y que está integrada por 225 organizaciones públicas y privadas, entre las que se incluyen la Clínica Mayo y los gigantes tecnológicos IBM y Microsoft.

IBM, por ejemplo, ya ha ayudado al estado de Nueva York a crear su propia credencial digital bautizada “Excelsior Pass” y que algunos neoyorquinos comenzaron a usar la semana pasada para entrar al Madison Square Garden.

Otros de los integrantes de esa coalición es The Commons Project, una organización sin ánimo de lucro especializada en tecnología y que ha desarrollado la aplicación “CommonPass” que ya están usando los viajeros de algunas rutas de JetBlue, United y Lufthansa para mostrar que han dado negativo en un test de covid-19.

Aerolíneas por América, la asociación empresarial del sector en EE.UU., no quiere que el Gobierno obligue a los pasajeros a vacunarse para poder montarse en un avión, pero sí está a favor de crear una credencial que incremente la sensación de seguridad de los viajeros.

CÓMO ELEGIR ENTRE 17 OPCIONES

Uno de los mayores desafíos, sin embargo, es elegir el mejor sistema entre los 17 que actualmente están desarrollando compañías u organizaciones no gubernamentales.

Una de ellas es la tecnológica EagleForce, que el año pasado lanzó una aplicación llamada “myVAx” que permite a los usuarios documentar todas sus vacunas, incluida la anticovid, y que ya está disponible en EE.UU., así como en otros países del continente americano y africano, explicó su director ejecutivo, Stanley Campbell.

Campbell, originario de Florida, estaba en conversaciones con el Gobierno de ese estado para implementarla; pero justo la semana pasada el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó una orden ejecutiva que prohíbe a las empresas pedir ese tipo de credencial a sus clientes.

Otro de los gobernadores estrella del Partido Republicano, Greg Abbott de Texas, ha aprobado una medida similar esta semana y el gobernador de Misisipi, Tate Reeves, lo está evaluando.En el plano internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha recomendado el uso de estas credenciales porque aún no se sabe hasta qué punto las vacunas reducen la transmisión de la enfermedad.