Plantón frente a estatua de Martí encabeza repudio internacional a la represión en Cuba

Fue la protesta de la rosa blanca.

Al pie del monumento a José Martí, éste a punto de morir sobre el caballo encabritado sostenido en un solo pie, flanqueado a pocos metros por las esculturas serenas de los libertadores Bolívar y San Martín, la cubana Tania Rivera, con una rosa blanca en la mano, protestó por la represión a los activistas del grupo Archipiélago. 

Esto ocurrió en la calle 57 y la avenida Las Américas de Manhattan, el lunes último, mientras los opositores del grupo Archipiélago, artistas reclamando espacios de libertad en Cuba, estaban sitiados en sus casas, con las turbas amenazándolos !ay de aquellos que pusieran un pie en la calle!

Tania lanza al viento las dos estrofas : Cultivo una rosa blanca/ en junio como en enero/para el amigo sincero/ que me da una mano franca. Y para el cruel que me arranca/el corazón con que vivo, /cardo ni ortiga cultivo, /cultivo la rosa blanca/

En Cuba el disidente García Aguilera había planeado marchar solo y con una rosa blanca, pero fue impedido salir de su casa y cuando salió a atisbar por la ventana lo “clausuraron” con una gran bandera cubana que le cubrió la frontera, según un reporte del New York Times desde la isla.

“Yunior García Aguilera, por ejemplo, uno de los líderes del movimiento, tuvo turbas en su casa, le hicieron lo que llaman actos de repudio. En general todos los artistas están sitiados y han sido impedidos de salir a las calles a marchar pacíficamente, en contra de la violencia y a favor de los cambios en Cuba, por una mejor sociedad, que haya libertad de expresión, pluralismo”, dijo Rafael Díaz., otro de los manifestantes.

Cubanos protestaron por la represión a la disidencia en la isla, junto al monumento a José Marti, en la 57 St. y la Avenida Las Américas de Manhattan.

Díaz sostiene que el gobierno cubano intercepta el internet, mantiene bajo prisión domiciliaria a los opositores, apalea a los disidentes, porque tiene miedo “teme lo que está pasando porque sino no impediría que las personas digan los que realmente sienten”

Las protestas del lunes último en Cuba, fueron acalladas, sin embargo el foco de la disidencia se manifestó en el extranjero, buscando que el mayor número de personas sepan lo que está pasando en el interior de Cuba. 

Los organizadores tasan en 107 las ciudades del mundo donde se han producido actos de respaldo a la disidencia cubana, incluyendo a lugares tan lejanos como Islandia y África.

Para Leandro Comas, cubano y residente en Jersey City desde hace ocho años, dice que, sin embargo, la protesta internacional es el resultado de dos grandes momentos en la Cuba de hoy: el 27 de noviembre del 2020 cuando los artistas cubanos acamparon fuera del ministerio de cultura y la manifestación del 11 de julio del 2021, replicada en el extranjero, eso los ha llevado al momento actual. 

“Como cubano que estuve hace ocho años en Cuba sin posibilidad de expresarme en libertad, sin posibilidad de atender este tipo de protestas y puedo decir que cada vez que se hablaba de algo así la gente no quería saber nada porque tenía mucho que perder, en la actualidad no tenemos nada que perder. La familia que tengo en Cuba no tiene nada que perder,” dijo Comas.

Hace notar que hay diferentes tipos de cubanos en Estados Unidos: los que llegaron antes de la caída de Batista, los que llegaron huyendo del castrismo, los que llegaron con la llamada “operación Peter Pan”, los llamados “marielitos”, que tienen hoy un deber.

“Ellos han creado distintos tipos de estereotipos entre la diáspora cubana. Sin embargo, la generación que ha llegado en estos últimos tiempos, los de la generación del milenio, tenemos un pensamiento más progresista, pero hemos llegado a un punto en común: que más allá de cualquier diferencia todos queremos en bienestar de Cuba, la libertad de Cuba. Así que debemos aprovechar este momento para eliminar cualquier tipo de división entre generaciones, entre pensamientos, porque nos une algo muchísimo más grande, ” dijo.

Ese momento, continua, es ahora, porque a los efectos de la pandemia que ha endurecido las condiciones de vida, la escasez de productos, de medicinas., se suma la información que los jóvenes (y adultos) pueden compartir gracias al internet -saboteada diariamente por el régimen.