MSD: píldora es efectiva contra variantes
La empresa farmacéutica estadounidense Merck, que opera en el resto del mundo como MSD, afirmó que su píldora experimental contra la covid-19 debería en principio ser igualmente efectiva contra cualquier nueva variante del virus.
Así lo explicó la vicepresidencia del departamento de enfermedades infecciosas e investigación de vacunas de Merck, Daria Hazuda, que intervino ante un comité asesor de la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA).
Ese comité está evaluando si la FDA debe autorizar el uso de emergencia de la píldora de Merck, que podría convertirse en el primer medicamento que los estadounidenses pueden tomar de manera oral en sus casas para tratar la covid-19 y que ya ha sido autorizado en Reino Unido.
Hazuda intervino ante los expertos del comité para explicar cómo funciona exactamente esa píldora conocida como lagevrio o molnupiravir.
Con unas diapositivas, Hazuda detalló cómo el fármaco ataca una enzima que el virus de la covid-19 utiliza para hacer copias de sí mismo, por lo que se previene su multiplicación y mantiene la carga viral a niveles bajos en el organismo, con lo que reduce la gravedad de la enfermedad.
En ese contexto, explicó que la píldora tendría una “actividad similar contra cualquier nueva variante” y, basándose en los datos disponibles, consideró que ese fármaco tiene un “perfil favorable de residencia”, por lo que seguiría reduciendo las tasas de ingresos hospitalarios y muertes.
Sin embargo, la experta no mencionó expresamente cuál sería la eficacia de la píldora contra la nueva variante, detectada por primera vez en Sudáfrica y bautizada por la Organización Mundial de la Saludo (OMS) como ómicron.
Esta nueva cepa de la covid-19 se caracteriza por tener un alto número de mutaciones que podrían conllevar una mayor transmisibilidad; pero, científicos de todo el mundo todavía están investigando cuál sería la eficacia de las vacunas y tratamientos disponibles contra esa nueva variante.La semana pasada, Merck explicó que su pastilla reduce el riesgo de muerte y hospitalización en un 30%, un porcentaje menor al 50 % inicialmente anunciado.