Cierre de negocios nocturnos y ley seca entran en vigor en Puerto Rico

Jorge J. Muñiz Ortiz – EFE

La explosión de casos de covid-19 en Puerto Rico ha llevado al Gobierno a imponer esta semana y hasta el 18 de enero la ley seca y el cierre de comercios nocturnos, entre otras restricciones que entran en vigor para disgusto de los empresarios.

La nueva Orden Ejecutiva 2021-086, firmada por el gobernador Pedro Pierluisi, prohíbe la venta de alcohol y la apertura de negocios que atienden público desde la medianoche hasta las 5.00 am.

Las prohibiciones, que tratan de contener las cifras récord de contagios en la isla debido a la variante ómicron del coronavirus, han provocado el enfado de administradores de pequeños establecimientos dedicados a la venta de comida o bebidas, cuyos horarios suelen extenderse más allá de la medianoche.

NEGOCIOS “PENALIZADOS”

Iván Villahermosa, administrador de los negocios Casa Cataño y AquíCBB, criticó la nueva orden ejecutiva por señalar a los restaurantes y barras como los presuntos lugares donde más se contagian las personas.

“Todo lo que sea por el bien del pueblo, yo estoy de acuerdo. Lo que pasa es que siempre estamos dividiendo y penalizando a los restaurantes o barras”, sostuvo Villahermosa en una entrevista en el paseo marítimo de Cataño, municipio vecino de San Juan.

Explicó que Casa Cataño no se verá afectada por la nueva orden ejecutiva, pero sí AquíCBB, donde el horario habitual de cierre es a las dos de la mañana. Por ello, tendrá que reducir sus operaciones dos horas, provocando miles de dólares en pérdidas.

La nueva orden prohíbe también toda actividad multitudinaria de más de 250 personas, ya sea en el interior o en el exterior de cualquier instalación, pero no menciona a los centros comerciales o las grandes superficies, donde se aglomeran hasta miles de compradores al mismo tiempo todos los días.

“Entonces, ¿allá no se pega y aquí sí? Por eso es que muchos de nosotros nos molestamos. Tenemos que ser justos unos con los otros”, argumentó Villahermosa.

Ante toda la situación, el empresario propuso que los alcaldes de los 78 municipios de Puerto Rico tengan sus propias ordenanzas y restricciones para frenar los contagios de covid-19 en la isla, donde la tasa de positividad alcanzó el 33,18 %.

Según los datos del Departamento de Salud, en las últimas 24 horas se han contabilizado más de 8.700 contagios, entre casos confirmados con prueba molecular y probables con antígenos, y cuatro defunciones.

Por su parte, José Lomba, uno de los tres propietarios del negocio Pinchoneo en Guaynabo, otro municipio aledaño a San Juan, aseguró que “el Gobierno siempre hace cosas para afectar a los pequeños comercios y deja a los grandes libres”.

“Yo no creo en cerrar, pero sí en cuidarse y vacunarse. Si crees que el covid se pega de madrugada, pues todo el mundo para la casa a esa hora”, sostuvo el empresario y promotor de eventos.

CERRAR O SER MULTADO

Lomba explicó que Pinchoneo no tiene un horario de clausura, por lo que en ocasiones continúa operando hasta las cuatro de la madrugada, pero que con la nueva orden ejecutiva estará obligado a cerrar y a informar a sus comensales que tienen que irse.

“Ahora a las 11 tengo que botar a la gente y a las 12 ya tienes que limpiar todo, porque si no Hacienda y Salud llegan y verifican que no haya comensales en el negocio o te multan”, dijo.

Sostuvo que el negocio perderá alrededor de 20 % en ingresos por causa de la nueva orden.

Esta ordenanza no es la única que ha entrado en vigor en la última semana, tras la imposición de restricciones al aforo en locales y la exigencia de prueba negativa, además de evidencia de vacunación, para asistir a eventos.El gobernador ha aprobado una batería de medidas, entre las que destaca la obligatoriedad de la dosis de refuerzo de la vacuna contra la covid-19 para todo el personal sanitario, los profesores, los policías y los trabajadores de restaurantes y supermercados, entre otros.