Dyango, a los 81 años, aún arranca suspiros de las damas en concierto en el teatro Ritz de Elizabeth

Nota y foto: Gery Vereau

Fue una noche de damas, de ellas y para ellas, en las que Dyango — el catalán José Gómez Romero, para los que lo vieron nacer a la vida — dejó la impresión, por su voz, que está más cercano a un pacto con el del más allá, si es que existe.

A la hora y treinta y siete minutos, el 11 de febrero, cuando cantaba en el teatro Ritz de Elizabeth ante algo más de 2,000 personas “Esta noche quiero brandy” golpeó cuatro o cinco veces, con el atril que sostenía el micrófono, elevando la voz y luchando contra la biología y las lágrimas que no se debían escapar . Y el Ritz estalló.

La argentina Julia Cruzado, quien dice ser una asistente asidua a conciertos musicales, en inglés y español, dijo que no ha visto ningún cantante a esa edad conservar esa voz como lo hizo Dyango.

“Fíjese, yo fui hace unos años a un concierto en Brooklyn a ver a Juan Gabriel y los gallos se le salían a cada rato, y también quiero decirle que asistí a uno de los últimos conciertos de Barry White, y la voz le fallaba, los músicos estaban molestos, claro que eso no quita que fue uno de los mejores de su época,” dijo Cruzado.

No llegó a cantar dos horas, pero como si lo fuera y más.

Desde Bay Side, Nueva York, atravesando el rio Hudson y el frío, llegó al Ritz Verónica Bastida, uruguaya, sorprendida de que el catalán hubiera cantado de corrido, sin hacer la pausa de intermedio que usan los artistas para descansar. (si hizo la despedida y retornó a los tres minutos para la última canción, como es de rigor).

“No tengo recuerdos de amor con las canciones de él, como seguramente lo tendrán otras, porque yo era muy chica. Mi mamá era la que lo escuchaba. Y en la radio de Uruguay siempre pasaban sus canciones. A mi me gusta “Corazón Mágico” entre otras. Creo que para su edad sigue cantando muy bien,” finalizó Bastida.

No sorprende la gran presencia latinoamericana la noche del viernes: Dyango triunfó primero en Latinoamérica antes de hacerlo en España, su tierra natal. 

Roxana Segovia, argentina, llegó desde White Plains, NY. Con su esposo y dos hijos, recordó que la primera canción que llevó a la fama fue un tango “Nostalgia” (wikipedia dice que en 1976 el disco le hizo ganar el mercado español de la música romántica).

Y merced a que cantaba tangos desde niño y su madre los “interpretaba maravillosamente bien” le dijo a la revista ARRP, cuando le dieron el premio Grammy en el 2018

En el lejano 1969, la carrera de Dyango se impulsa en Latinoamérica luego de filmar una película “El mundo es de los jóvenes”, en Argentina, y gracias a que la RCA Víctor, la disquera ya desaparecida, le edita un disco  en ese país y gana un disco de oro, el primero, por las ventas.

Segovia es de esas fans que espera, como esperó con otras veinte personas afuera del Ritz Theater para ver y si es posible hablar con su ídolo.

Y lo consiguió, arrastro a sus esposo y a sus dos hijos hasta el hotel donde se alojaba Dyango y le cantó, a un metro y medio de distancia, “Alma Corazón y Vida”. Y no para de hablar de ello.Tal vez sea su última gira, de allí siguió para Miami, a un concierto con José Luís Rodríguez “El Puma”, de lo que pasó allí no tenemos noticia…por ahora.