Angelina Amaya mira hacia el mundial de la India FIFA 2022

Angelina Martina Amaya (16) residente de Scotch Plains, Union County,NJ, está cruzando los dedos para que la selección femenina Sub-17 de El Salvador clasifique para el mundial de la India en octubre de este año y poder demostrar que está hecha para el fútbol.

La salvadoreña actualmente integra el equipo femenino Sub-17, que disputa el clasificatorio de la Concacaf en República Dominicana, que ya le ha dado dos triunfos a su país en partidos contra Guatemala (6-0) y Haití (2-0) y este jueves cuando usted tenga este semanario en sus manos enfrentará al seleccionado de Cuba. El Salvador va a la cabeza de su grupo y su pase a la siguiente ronda está asegurado.

Está esperando una oportunidad, en el banco de suplentes (no pudo entrar en el equipo titular porque llegó tarde, por problemas de vuelo, dice su mamá Ivette Amaya) pero si no llega a jugar regresará en junio a El Salvador para participar en los amistosos internacionales con miras a India 2022.

La joven fue seleccionada por el propio entrenador de la selección Erick Acuña, durante una preselección en Houston, Texas, en marzo del presente año, en la que participaron futbolistas de diferentes estados.

Angelina no es una novata en el fútbol, lleva 10 años dándole a la pelota sin parar, como defensa y mediocampista alternativamente, actualmente es una de las tres capitanas del equipo de Scotch Plains High School y juega en Math Fit Soccer Academy. No tiene los cálculos claros, pero ha jugado entre 20 y 30 partidos en su carrera.

Comenzó a jugar a los 5 años, gracias a su padre, Jaime Amya, quien fue futbolista en El Salvador y en el High School, también sus hermanos Issac, Jacob y Jaimito practican el fútbol y con ellos comparten la alegría y la diversión de este deporte. 

Los jugadores que la inspiran, y de los que estudia sus jugadas,  son Cristiano Ronaldo, Neymar y Lionel Messi y, entre las mujeres, Alex Morgan Carrasco y Tobin Heath

La más preocupada por su estado físico y su trayectoria es su mamá, Ivette, que arrastró a toda la familia con ella, hasta El Salvador para verla entrenar con el equipo nacional. De allí Angelina partió a República Dominicana donde hasta ahora sigue, el 8 de mayo termina el clasificatorio de los cuartos de final.

“Me gusta que juegue al fútbol no solo porque la mantiene activa, sino porque la mantiene mentalmente activa y lejos de las calles, donde como sabemos comienza la vagancia” dice Ivette. “Eso la hace mentalmente fuerte, que le sigue inspirando para seguir adelante, a la vez que inspira a otras niñas que tal vez digan que este deporte es solamente para varones, con ella se demuestra que tienen las mismas capacidades para el deporte que los hombres”.