Aprobación de ley de vivienda para colombianos del exterior genera dudas
Con la aprobación de la nueva ley de vivienda para colombianos del exterior, a través del envío de remesas, promulgada el 10 de mayo último, se abre camino a la compra de bienes raíces en su país de origen, pero hay interrogantes.
El proyecto del congresista del exterior Juan David Velez, aprobado por el legislativo colombiano con el número 2202, y ya firmado por el actual presidente y ministros en Colombia, dispone que las empresas que reciben remesas en esa nación, y que tienen programas de financiamiento de vivienda se lo ofrezcan a los nacionales viviendo fuera del territorio.
El mecanismo que diseña la ley obliga la apertura de cuentas bancarias y la bancarización de los envíos de la diáspora, para que las instituciones financieras también sean las receptoras de los giros o remesas.
Luis de La Hoz, colombiano y directivo de la Statewide Hispanic Chamber of Commerce of New Jersey, dijo que el sistema de compra de vivienda por parte de inmigrantes colombianos ya existe y dijo que estos prefieren comprar su casa o departamento desde los Estados Unidos.
“La razón por la que el colombiano prefiere hacer la compra desde aquí es que cuando el colombiano mandaba la plata y se disponía a retirarse (de su vida laboral) se enteraba que en realidad no había nada, que su dinero se había esfumado,” dijo La Hoz.
Manifestó que comprando desde aquí, la compañía inmobiliaria, VIVENTA por ejemplo, se encarga de correr el crédito, hacer el análisis financiero del compatriota y por consiguiente, ya determinaba su capacidad de pago, proceder con el préstamo, si encontraba las condiciones.
Para Melissa Grajales, residente de Lodi, la propuesta es “muy interesante” pero necesita saber más porque esta ley de 445 palabras, divididas en cuatro artículos y cuatro parágrafos “es muy genérica”.
“Para invertir en Colombia hay que estar muy seguros, hay que leer el reglamento, que supongo deberá tardar unos meses en ser preparado,” dijo.
La ley 2202 ordena que se promueva este programa con especial énfasis el 10 de octubre de cada año, establecido como el Día del Inmigrante Colombiano.
Asimismo, un asunto muy importante, fija un plazo de dos años, para que el gobierno establezca un programa de subsidios y coberturas para la financiación tendiente a adquirir vivienda nueva o usada en dicho país.
O sea que el próximo gobierno (el 29 de mayo se celebran elecciones presidenciales en Colombia) debe ser el encargado de diseñar una política de subsidios para viviendas.
Finalmente señala que “en ningún caso las condiciones particulares para la adquisición de vivienda, por parte de los colombianos en el exterior, serán más flexibles o favorables que las establecidas para los ciudadanos domiciliados en territorio nacional.”
Esto último es una enmienda al proyecto original de Vélez que pedía “una tasa (de interés) preferencial” para los solicitantes del exterior y que fue descartado en el documento final que firmó el presidente de Colombia, Iván Duque Márquez.
El congresista por el exterior de Colombia, Juan Vélez, no respondió a las solicitudes de entrevista para este artículo.