Sube en un 66% las muertes de hispanos por armas de fuego
Las muertes por armas de fuego entre hispanos en Estados Unidos han aumentado a una tasa que casi duplica la registrada en la población general, reveló un estudio publicado por el Centro Legal Giffords para Prevenir la Violencia con Armas.
El análisis encontró que de 2014 a 2020 el número de muertes de hispanos por armas de fuego tuvo un incremento de 66 %, en comparación con el aumento de 34 % de los decesos por esta causa a nivel nacional.
En promedio, 11 hispanos mueren al día por las armas de fuego.En 2020, un récord de 5.300 hispanos murieron por esta causa.
El problema de la violencia armada ha afectado más a los jóvenes latinos, destaca el estudio. Los varones de esta comunidad experimentan algunos de los índices más altos en violencia con armas de fuego, que constituye la primera causa de muerte entre hispanos de entre 15 y 19 años de edad y la tercera de hispanos de entre 20 y 44 años.
A esto se suma que casi la mitad de la juventud latina que reside en alguna de las principales ciudades de Estados Unidos vive a menos de una milla de distancia donde sucedió un homicidio con arma de fuego durante el último año.
Al analizar los estados donde hay más concentración de hispanos, los investigadores encontraron que también a ese nivel esta comunidad es más afectada por la violencia armada.
Por ejemplo, en Nuevo México 62 % de las víctimas de homicidio con arma de fuego son hispanas, aunque dicho grupo representa sólo la mitad de la población estatal.En tanto, las víctimas blancas representan sólo el 21 % de las víctimas aunque constituyen el 38 % de la población.
En California las cifras son similares, donde 48 % de las víctimas de homicidio con arma de fuego son hispanas, aunque este grupo constituye solamente el 40 % de la población total del estado.
La comunidad latina también experimenta índices desproporcionados de tiroteos mortales a manos de la policía. En promedio 200 hispanos mueren al año por balas disparadas por la policía.
Los latinos mueren a causa de tiroteos mortales de la policía a un ritmo 1,4 veces mayor que los blancos no hispanos.
La excongresista Debbie Mucarsel-Powell, asesora principal del Centro Giffords, dijo en un comunicado que “aun cuando no existe comunidad libre de la violencia con armas de fuego, las comunidades hispanas y latinas son afectadas de manera desproporcionada por esta epidemia”.
Mucarsel-Powell urgió a que el Congreso apruebe medidas para detener la violencia provocada por las armas de fuego.
Destacó el esfuerzo bipartidista logrado después de la masacre en una escuela de Uvalde, Texas, que se saldó con la muerte de 19 niños y dos maestras el pasado 24 de mayo.
“Miembros del Congreso de ambos bandos han unido fuerzas para aprobar la Ley Bipartidista de Comunidades Seguras, la primera ley federal en el tema de seguridad de armas de fuego de los últimos 30 años. Aun cuando esto representa un gran paso hacia adelante, queda mucho por hacer para terminar la violencia con armas de fuego”.