La Danza del Venado en New Jersey
Alberto Rivera, se presenta como Kjuarma Mazahua, que en lengua mazahua significa hermano de la gente del venado, y escenifica su propia versión de la danza de El Venado, en cuanto evento mexicano o no mexicano le inviten, sin pago alguno.
“Hay algo curioso con la danza del venado, porque en mi cultura mazahua, que es del centro de México, el animal que nos representa es el venado. Y esta danza es del norte, de la cultura yaqui, que también tienen al venado como su representada, por eso este es mi homenaje a ambas culturas,” dijo Rivera.
La danza no tiene un formato único porque es como el propio venado, quisquilloso e impredecible, sostiene Rivera, nacido en el estado de México.
“Todo depende del estado de ánimo del animal, como se sienta el animal en su momento. Y uno encarna a ese animal. Es algo que no se siente hasta que uno se mete en el personaje del animal, como lo hacen los actores en las películas en otro orden de cosas. Aquí es algo místico,” dijo
Además insiste en que trata de ser lo más fiel posible a la danza original. “Trato de que todo sea lo más autóctono posible, desde la vestimenta,” dijo.
El traje pertenece a la cultura yaqui, del estado de Sonora, compartido con Sinaloa. La cabeza disecada de venado que usa en esta danza ritual fue registrada y autorizada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat).
Así, las sonajas de los pies son confeccionadas a partir de los capullos de mariposa cultivados, a los que se les abre y se les coloca piedras pequeñas de los hormigueros
Y las pezuñas que cuelgan de la cintura, y que imitan el sonido del venado trotando o caminando cuando está alegre o inquieto o temeroso, son trabajadas a partir de pezuñas de puerco o de cabra.
En la parte textil el atavío ha sido menos pegado a la tradición: las prendas han sido confeccionadas de acuerdo a la tradición de la cultura otavalo, del norte del Ecuador, danzas que también practica.
“Es blanco, como se puede apreciar, pero a mí me gusta ponerle un poco más de colorido, como se aprecia en los diseños de los bordados, para que se vea un poco más llamativo», acota.
Toda la indumentaria que usa en éste baile autóctono la ha traído de la tribu de los mayas tepehuanos, de una organización sin fines de lucro que se llama Artesanos Indígenas de Sinaloa, A.C.
Rivera forma parte del grupo Tonantzin Coatlicue, con sede en Newark, al que le dedica los tiempos libres cuando su trabajo diario, en la industria de la construcción, se lo permite.
Desde hace cuatro años se ha involucrado en la difusión, enseñanza y cultivo de las danzas mexicanas, pero a esta danza en particular le ha dedicado los dos últimos años; en su aprendizaje y adquisición de la vestimenta y accesorios.
“Es mi ofrecimiento al conocimiento de la cultura de los pueblos indígenas de México, no reclamo pago; no es lucrativo. Es un hobby como se dice,” agrega.