Fijan en 60 días corridos el periodo para la autodeportación

La Corte Federal de Apelaciones del Décimo Circuito, con sede en Denver (Colorado), publicó un dictamen indicando que los inmigrantes indocumentados tienen 60 días corridos, sin importar fines de semana o feriados, para autodeportarse, contradiciendo un fallo federal emitido en 2011 que concedía un periodo de gracia por días no laborables.

Según la corte en Denver, los no ciudadanos con orden de deportación deben salir de Estados Unidos antes de los 60 días calendarios (corridos), o pedir una revisión de su caso en ese periodo, sin consideración de los días en que las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas estén cerradas.

Esta decisión contradice lo establecido por la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco (California) hace 12 años, cuando los jueces argumentaron que debía existir un periodo de gracia porque de lo contrario podría suceder que el inmigrante tuviese que autodeportarse antes de los 60 días si su fecha límite para dejar el país fuese un fin de semana.

La discrepancia entre las dos cortes solo podría resolverse si el caso llegara ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos, aunque en este momento no existen indicaciones de que eso suceda en el futuro previsible.

La intervención de la corte federal en Denver se debió al pedido del mexicano Hugo Abisai Monsalvo Velázquez, quien ingresó al país sin los documentos adecuados y recibió una orden de deportación en 2011, confirmada en 2019 tras ocho años de procedimientos legales tratando de cancelarla.

En octubre de 2019, el juez le concedió a Monsalvo 60 días para salir del país, es decir el 11 de diciembre de ese año (un sábado), recordándole que de no hacerlo sería deportado por la fuerza y no podría reingresar a Estados Unidos por 10 años.

Monsalvo solicitó una revisión del caso el 13 de diciembre de 2021, argumentando que, por los fines de semana, todavía estaba a tiempo de hacerlo, según el fallo de 2011 de la corte en San Francisco.

Sin embargo, la Junta de Apelaciones de Inmigración rechazó ese argumento, como ahora también lo hizo la Corte Federal de Apelaciones en Denver.

“Reconocemos que si bien la salida voluntaria protege a un individuo de las duras consecuencias de una orden de deportación, aceptar esa opción requiere una consideración cuidadosa dadas las importantes consecuencias de no salir a tiempo”, escribieron los jueces en Denver el pasado 8 de septiembre, cuando el caso quedó cerrado.

Los jueces reconocieron que los inmigrantes en situaciones similares a las de Monsalvo “enfrentan las difíciles opciones de salir dentro del periodo voluntario y seguir siendo elegibles para reingresar al país, o continuar con su caso y arriesgarse a una deportación forzosa si pierden”.

Pero, dijeron, aunque sean duras, “esas son las leyes y (los inmigrantes) están obligados a cumplirlas”.