Joseph Belnome (Republicano)
Joseph Belnome
Edad: 48 años
Ciudad natal: Belleville
Profesión: Inspector de mantenimiento de propiedades
Antecedentes personales: Nací y crecí en Belleville, Nueva Jersey, donde sigo viviendo actualmente. Como residente de primera generación, mis raíces se remontan a Italia, de donde emigraron mis padres. Tras graduarme en el instituto de Belleville, seguí los pasos de mi padre y me afilié al sindicato de albañiles. Actualmente, soy inspector del Departamento de Edificación del municipio de Belleville. Mi interés por la inmigración se debe a que soy hijo de inmigrantes legales y trabajadores.
Experiencia política: Soy un orgulloso miembro del Comité Republicano del Condado de Essex. El año pasado, lancé una campaña por escrito para el Senado del Estado, asegurando un lugar en la boleta y ganar las primarias sin un candidato republicano en la lista. A pesar de competir en un distrito tradicionalmente considerado imposible de ganar para los republicanos, conseguí reunir los votos de la mitad de los republicanos inscritos. Aunque mi oponente demócrata solo recibió una pequeña fracción de los votos demócratas, al final no salí victorioso.
Este año, con el presidente Trump en la papeleta electoral y la posibilidad de representar a mi distrito a nivel federal, me veo obligado a presentarme de nuevo. Me impulsa la profunda convicción de que nuestro actual estado de gobierno es similar a la tiranía, y que nuestras libertades están amenazadas. Estoy convencido de que la mejor manera de preservar Estados Unidos es apoyar a Donald Trump, que necesita representantes dedicados y que den prioridad a Estados Unidos, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, para dirigir eficazmente nuestra nación.
Motivos de mi candidatura: Me presento a las elecciones porque creo que es crucial restaurar la integridad de nuestro gobierno. Como trabajador de a pie, no como político del establecimiento, he decidido presentarme por pura frustración ante las continuas decepciones de nuestros dirigentes. Nuestras fronteras son actualmente vulnerables, desbordadas por una inmigración ilegal que facilita el tráfico de drogas, la propagación de enfermedades y enriquece a los cárteles, todo ello mientras se trafica trágicamente con mujeres y niños. Mientras tanto, el Congreso gasta imprudentemente sin financiar adecuadamente la seguridad fronteriza. Es hora de un liderazgo pragmático y de principios, y yo me comprometo a ser esa voz.
El mayor problema: El tema central de estas elecciones es la restauración de la integridad en nuestro gobierno. Esto abarca un programa global: asegurar nuestras fronteras, frenar el gasto excesivo del gobierno, aplicar incentivos fiscales sensatos para conservar los puestos de trabajo en el país, salvaguardar a nuestros hijos del adoctrinamiento ideológico relativo a la identidad de género, garantizar la seguridad de nuestras elecciones, promover prácticas comerciales justas y garantizar la seguridad de nuestros suministros de agua y alimentos. Estas prioridades son fundamentales para preservar los principios y el bienestar de nuestra nación.
Sobre el papel del gobierno federal en la salud reproductiva de las mujeres: Ninguno. Aunque no me gustan las leyes de Nueva Jersey sobre esta cuestión, acepto la decisión de la Corte Suprema de dejar en manos del poder legislativo del estado la creación de leyes basadas en las creencias de sus electores.
Sobre la transición de Estados Unidos hacia la energía limpia: Al abordar la transición a la energía limpia, abogo firmemente por la inclusión de la energía nuclear como solución principal. La energía nuclear es una fuente limpia, eficiente y fiable que puede contribuir significativamente a reducir nuestra huella de carbono. Aunque la apuesta por los paneles solares y las turbinas eólicas es bienintencionada, estas tecnologías no proporcionan actualmente el suministro de energía estable y continuo necesario para mantener una red energética segura. Además, es imperativo que sigamos utilizando el petróleo de forma responsable, ya que sigue siendo abundante en América y es crucial para la seguridad energética durante este periodo de transición. Por lo tanto, un enfoque equilibrado que incluya la energía nuclear, el uso estratégico del petróleo y la integración gradual de las fuentes renovables es esencial para un futuro energético sostenible y seguro.
Sobre la garantía de elecciones libres y justas y la transición del poder: Para garantizar unas elecciones justas y una transición de poder fluida, es fundamental restablecer la confianza pública en nuestro proceso electoral. Otras naciones celebran con éxito elecciones el mismo día y anuncian rápidamente los resultados, lo que pone de manifiesto una disparidad que debe abordarse en Estados Unidos, donde los retrasos en el recuento de votos han contribuido a la pérdida de confianza.
Las reformas clave deben incluir la aplicación de leyes estrictas de identificación de votantes para confirmar la elegibilidad y la ciudadanía de todos los votantes, evitando así cualquier posibilidad de que los votos ilegales influyan en los resultados. Además, mantener limpios los censos electorales es esencial para garantizar que solo participen los votantes con derecho a voto, y eliminar el registro de votantes en el mismo día puede ayudar a prevenir errores y fraudes.
Estas medidas reforzarán la integridad de nuestras elecciones, garantizando que el voto de cada ciudadano se contabilice correctamente y no se vea menoscabado por irregularidades, fomentando así un sistema electoral más transparente y digno de confianza.
Sobre el papel de Estados Unidos en los conflictos extranjeros: Nuestro enfoque de la participación en guerras extranjeras, incluida la ayuda y el apoyo militar, debe dar prioridad a la responsabilidad fiscal y a una estrategia clara para la resolución de conflictos. El gasto continuo sin supervisión o un plan concreto para resolver conflictos es insostenible. Por ejemplo, la ayuda financiera estadounidense a Ucrania va más allá de las necesidades militares y cubre aspectos como las pensiones, lo que plantea interrogantes sobre el alcance y la intención de nuestros compromisos financieros en el extranjero.
Como defensor de la política de «Estados Unidos primero», creo que nuestro compromiso en el exterior debe estar siempre en consonancia con los intereses nacionales, incluidas las consideraciones económicas. Es crucial escudriñar las ramificaciones de la financiación de conflictos extranjeros, especialmente cuando esa financiación apoya indirectamente la guerra, lo que algunos podrían considerar especulación con el conflicto, o «dinero manchado de sangre».
Apoyar a nuestros aliados como Israel, especialmente en tiempos de crisis como los ataques terroristas a los que se enfrentaron el pasado octubre, es esencial. El derecho de Israel a defenderse, especialmente ante cualquier alto el fuego con Hamás, debe mantenerse hasta que todos los rehenes sean liberados, sanos y salvos. Esta postura subraya la importancia de apoyar a nuestros aliados, al tiempo que garantizamos que nuestra política exterior se alinea con los valores e intereses estadounidenses.