Latinas mayores: un voto demócrata constante, pero ahora dudoso
Esta historia fue producida como parte de 2024 elections Reporting Mentorship organizado por Center for Community Media of CUNY y fundado por NYC Mayor’s Office Media and Entertainment.
En voz baja, hay una preocupación en el partido demócrata, las latinas adultas mayores, un electorado constante y fiel, están dudando a quién darle su voto en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.
Un operador político demócrata en New Jersey, con 30 años de activismo en su partido, que prefiere guardar su identidad, dijo a Reporte Hispano el domingo 23 de Junio en Paterson, NJ, que esa duda es culpa de “las políticas ultraliberales que han implementado Phil Murhy, gobernador del estado de New Jersey y Joe Biden y ese electorado es mayormente conservador en temas como el aborto, y altamente sensible al alza de los precios en el mercado.”
Ello difiere de una encuesta, de agosto del 2002, al menos en el tema del aborto, que encontró que el 79% de los latinos defiende su legalidad, y es que la tasa de aborto inducido entre latinas es el mayor de la nación, con 13 latinas de cada mil frente al 6.6 por mil de las mujeres blancas. Ver: shorturl.at/M4wDR
La atención está concentrada en las electoras y electores latinos jóvenes, que son un gran bolsón electoral, pero su voto es indeciso y poco predecible.
Una encuesta de NBC New, del mes de abril, en estados aún indecisos en su candidato favorito, encontró que los jóvenes latinos no están seguros de acudir a votar y tampoco seguros de a qué candidato elegir. Ver: shorturl.at/AKKK3
Sin embargo, dice Yalidy Matos, profesora asociada del departamento de Ciencias Políticas de Rutgers University, dictando cursos como Política Latina en los Estados Unidos, las latinas en general se están registrando y votando en mayor proporción que los latinos.
“En 2016, por ejemplo, las latinas votaron aproximadamente un 5 por ciento más que los latinos. Y son los jóvenes latinos los que están impulsando las disparidades,” asegura Matos.
Además, con estadísticas de la organización UnidosUS en la mano, que la mayor cantidad de latinas elegibles para votar son las jóvenes y en ellas pone sus esperanzas para decidir el voto latino en noviembre de 2024.
Maritza Dávila, concejal en Paterson, dice que los jóvenes y las jóvenes latinas deben entender la necesidad de su voto para sostener la democracia estadounidense. “En mi experiencia de campañas el voto femenino latino mayor es el más presente en cada campaña electoral, lo puedo asegurar porque yo hago la calle y eso es lo que tenemos que cambiar, si el partido demócrata quiere ganar.”
Dávila, afirmó que ese tema lo acaban de ver, con sus pares latinos, del 18 al 20 de Junio, en la 41 era Conferencia de NALEO (National Association Of Latino Officials) en Las Vegas, por lo que los esfuerzos de la organización se enfocarán en que las jóvenes elegibles para votar se registren y acudan a las urnas.
Entretanto, las latinas mayores ya están sobre las ruedas de la campaña presidencial y su importancia no termina de verse como decisiva.
Para Madison Daniels, de AARP, una organización concentrada en atender al público de lo que se conoce con simpatía como “la edad de oro”, de acuerdo a sus estadísticas, el voto de la latina mayor, es mucho más frecuente que el de los hombres. Sostiene que la mujer hispana de 50 años para arriba, es hoy un baluarte electoral que puede definir el voto latino.
Patricia Campos-Medina, ex-candidata en las primarias demócratas para el senado de New Jersey, va más allá; considera que el voto latino femenino mayor es singular.
“Es un electorado constante y que nunca falla. Además su participación arrastra el voto de su familia. Así que no hablamos de un solo voto hay que multiplicarlo por tres o cinco” dijo Campos-Medina.
Las encuestas difieren, para UnidosUS (ver: shorturl.at/3zqpK) los hombres adultos son electores superiores en número a las mujeres.
Cuando las encuestas se entiendan entre sí puede ser demasiado tarde, de manera que, por ahora dejemos a estas electoras que hablen por sí mismas.
En las entrevistas a continuación, tomadas al azar, hay más demócratas que republicanas, hay votos definidos, otros dudosos y algunas van al candidato independiente.
Cada una es un espejo de lo que están pensado diferentes segmentos de las mujeres latinas mayores, de los 47 a los 80 años.
Rosa Davis, de 46 años, vive en el sur de New Jersey, es propietaria de una agencia de detectives privada, Jersey Shore Detectives, con oficina en Ocean County, porta armas cuando es necesario, practica tiro al blanco de vez en cuando y es capaz de derribar a un hombre que pesa tres veces más que ella gracias a su entrenamiento militar.
Ella podría pasar por una república típica, pero la realidad es distinta.
Se hizo ciudadana estadounidense “al año siguiente que ganó Donald Trump, porque no me gustaba su posición antiinmigrante y por las muchas mentiras que decía y sigue diciendo ahora, y voté por Biden,” dijo Davis.
Aunque en su casa las cosas han cambiado ahora, pues su ex-esposo ahora va a votar por Trump y ella persistirá con Biden “Así como en mi casa están los Estados Unidos, dividido, por eso creo que estas elecciones son super importantes: para que el país vuelva a la normalidad,” finaliza.
Maytte Negro tiene la coquetería de reservarse su edad, pero afirma que está en el rango de los 50, su vida va del yoga al gimnasio, del modelaje a los reinados de belleza, donde actúa como instructora o coach y las elecciones le importan.
“Yo voy a votar por el candidato que ponga a Estados Unidos nuevamente como la primera potencia mundial que somos,” dijo Negro y no le temblará el pulso a la hora de votar. Dice que aún no ha decidido su voto, pero que ella, su novio y su hija Celeste, siempre han votado demócrata y que esta vez todos están sintonizados con la opción que ella tiene.
En el mismo rango de edad se encuentra Virginia Velasco, ciudadana y electora desde el 2001, con dos hijos también votantes como su padre de 90 a quienes llevará al recinto electoral el 5 de noviembre.
Para ella nada está dicho aún, sin embargo le preocupa que los latinos y latinas no salgan a votar en masa. “Tenemos, que duda cabe, elegir entre demócratas y republicanos, que se pelean siempre, pero sobre todo creo que es muy importante para los latinos y latinas salir a votar. Después no nos quejemos que no nos toman en cuenta,” dijo Virginia
No tiene pena decir que es demócrata y que su voto puede cambiar por la situación económica y la inflación actual, así que no tengo miedo a decir que votaré por quien ofrezca seguridad económica, así sea demócrata o republicano. Estoy todavía estudiando mi voto, tengo 30 años en USA, y mi voto es para quien llene mis expectativas,”dijo.
Berkis Contreras, residente de Union City, NJ, maestra y gestora de la Feria Hispana del Libro de New Jersey, le fue a Biden en la última elección.
“Ese señor está muy viejito, se queda dormido a menudo, se olvida de las cosas, pero no voy a votar por él, porque no lo ha hecho bien como presidente. Mire, las cosas suben a diario, todo está muy caro,” dice Berkis y aún así no ha decidido a qué candidato apoyar.
Contreras cree que los próximos cuatro años van a ser peores que los de hoy, con cualquiera de los candidatos que gane.
Algo de razón lleva: según la encuesta de AARP , el 44% de las mujeres hispanas mayores de 50 tienen como principal tema el alza del costo de vida frente a las afroamericanas (35%) y blancas ( 36%)
Betty Torrey, de 77 años, está saliendo de misa dominical en la Catedral de Paterson, NJ, en la tarde anterior puso videos en las redes sociales bailando, mostrando su nuevo peinado y disfrutando de viandas con mariscos frescos. Su plenitud es desafiante y su constancia es algo religiosa: su voto es fiel al partido demócrata, desde que se hizo ciudadana en los años 90.
“Yo votaré por Biden. Demócrata siempre. Nunca me ha gustado Trump. (Ronald ) Reagan, que dió la ley de inmigración con la que tuve mi residencia americana, me gustó aunque no voté por él. Biden está muy viejito pero no hay otro. Estará anciano pero su mente está buena,” dice Torrey.
Carmen V. Hubert, de 74 años, es jubilada de la Associated Press de New York, se mudó de Brooklyn a Westchester, y la situación económica le ha pegado duro. Ya no puede salir a comer todas las semanas al restaurante filipino y al bar irlandés que frecuentaba, ahora se da el gusto sólo una vez por mes; vive ajustando el presupuesto de la jubilación de ella y su consorte.
Tiene definido que no votará por Jor Biden “porque él no es de izquierda” el candidato de su elección es el independiente Robert F. Kennedy “porque él como yo no creemos ni creímos en las vacunas durante la pandemia,” dijo Hubert.
Ingrid Betancourt, es jubilada de Newark Public Library, y nos habla con preocupación de las elecciones que se avecinan, desde una playa de Puerto Rico, donde pasa las vacaciones, “tiendo a pensar que son definitorias para la democracia americana porque por ejemplo, Trump no aceptó los resultados de las elecciones que perdió y que cree que está sobre las leyes” por ello votará por los demócratas.
Por eso piensa que “ la economía no definirá al 100% la elección presidencial” sino la persistencia de un modelo de sociedad libre y apegada a las leyes.
En el otro extremo, Minerva Gómez, votaría por Donald Trump porque “la economía es un desastre” pero no va ir a votar, nunca lo hace, porque no le ve sentido ir a votar cuando el Colegio Electoral es el que elige al presidente de los Estados Unidos y el voto directo en las urnas no es tomado en cuenta así que prefiere quedarse en casa el 5 de noviembre.
Para este reportaje se contactó a Diane Lopez, de Republican National Hispanic Assembly, pero luego de enviadas las preguntas no respondió.