Murphy defiende ley que protege a inmigrantes tras demanda de Trump

El gobernador Phill Murphy, defendió la política que limita la cooperación de las autoridades locales con las agencias de inmigración, luego de que la Administración del presidente Donald Trump demandara ea cuatro municipios, sus alcaldes y otros funcionarios por no cooperar con agentes migratorios..

Murphy, que aseguró a los inmigrantes que Nueva Jersey no toma parte de la demanda, indicó que la ley de Confianza ha permitido que éstos puedan acudir ante las autoridades sin temor si son testigos o víctimas de un delito. 

De acuerdo con el gobernador, dicha ley es «una piedra angular de nuestra estrategia de seguridad pública» al permitir que las fuerzas del orden se concentren en resolver y procesar los delitos violentos y graves, garantizando al mismo tiempo que las víctimas y los testigos se sientan seguros al denunciarlos, independientemente de su estatus migratorio.

El Departamento de Justicia presentó demandas contra las ciudades de Newark, Paterson, Hoboken y Jersey City, en Nueva Jersey y sus funcionarios a las que acusa de haber obstruido el trabajo de agentes federales de inmigración, como parte de la política de expulsiones rápidas que realiza el Gobierno de Trump.

En concreto plantean en su demanda que se les negó acceso a inmigrantes indocumentados bajo custodia de autoridades locales; de restringir la capacidad de los funcionarios locales de entregar inmigrantes a agentes federales y prohibir que funcionarios locales que estarían dispuestos a cooperar pudieran dar información clave para la misión de las autoridades de inmigración. 

Entre los alcaldes demócratas acusados está Ras Baraka, de Newark, quien recientemente fue arrestado y acusado por intentar entrar a un centro de detención de inmigrantes en Nueva Jersey junto a un grupo de congresistas. El cargo fue desestimado en una corte federal.

Mientras que la abogada Lauren Herman, directora legal de Se Hace Camino Nueva Jersey, que ofrece servicios a inmigrantes, recordó que la Constitución de EEUU establece «una clara separación de poderes entre el gobierno federal y el local». 

«Las políticas justas y acogedoras no representan ningún obstáculo para el trabajo del gobierno federal; en cambio, permiten que las localidades de Nueva Jersey hagan su trabajo y protegernos contra la apropiación, especialmente por parte de agencias que violan la Constitución y amenazan a nuestras comunidades», afirmó.