El miedo a Trump dispara las naturalizaciones de inmigrantes

El presidente Donald Trump y su retórica migratoria han llevado a miles de hispanos a convertirse en ciudadanos estadounidenses en los últimos meses para sentirse seguros ante una posible deportación y poder hacer valer su voz en las urnas y representar así a los que no la tienen.

“Siempre siente uno un poco de miedo y por seguridad tiene que tomar esta decisión. Para estar un poco más seguros en este país”, dijo el guatemalteco Marco Muñoz, quien se hizo ciudadano esta semana tras 30 años de vivir en el país.

El Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) ha recibido un número sin precedentes de solicitudes de naturalización en los últimos meses, según datos oficiales de esta institución.

En el primer trimestre del año fiscal 2017, que comenzó el 1 de octubre de 2016, coincidiendo con las últimas semanas de la campaña presidencial y tras conocerse el 9 de noviembre que Trump llegaría a la Casa Blanca, la agencia recibió 239.628 solicitudes de naturalización, 50.000 más que en el mismo periodo de 2016.

Ese aumento, que se registró también en el año fiscal anterior, con un 24 % más que en 2015, ha provocado un incremento en las ceremonias de naturalización.

Los mexicanos son el grupo más numeroso de estos nuevos ciudadanos, que se revelan así contra el encendido discurso de Trump en materia migratoria, con amenazas de levantar un muro en la frontera con su país de origen y de deportar a millones de inmigrantes.

Uno de los inmigrantes que hace parte de estas estadísticas es el el mexicano Rafael Mercadante, que reside en el país desde hace 13 años y que ante el clima político decidió convertirse en ciudadano estadounidense para hablar por los que no tienen voz.

“Me dolió mucho la manera en la que, de repente, se expresaban de nosotros porque venimos aquí a dar todo por este país. Entonces aquí estamos para representarlos”, aseguró Mercadante.

El sentimiento de necesidad de pertenencia y orgullo se palpa en los nuevos ciudadanos. Incluso las lágrimas se asomaron en los rostros de muchos de los inmigrantes que esperaron décadas para cumplir este sueño. Es el caso de Jose Alberto Escarzaga, oriundo de Durango (México), que llevaba 34 años luchando por obtener su ciudadanía. “Simplemente el orgullo de tener la oportunidad de tener los mismos derechos que todos los ciudadanos han tenido aquí en Estados Unidos”, aseguró.

Las organizaciones proinmigrantes apelan a motivaciones como la de Escarzaga para continuar con este auge e impulsar a los millones de residentes que califican para hacerse ciudadanos a iniciar el proceso.

En 2015, el Gobierno del entonces presidente, Barack Obama, consideraba que 8,8 millones de residentes legales permanentes reunían los requisitos para convertirse en ciudadanos estadounidenses.

“Esperamos que este 2017 logremos llegar a un millón de nuevos ciudadanos. Esperemos que USCIS cumpla con su labor y no sea un impedimento para que nuestra gente complete este proceso”, aseguró Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota.

Martha Flores, vocera del USCIS dijo que aunque depende de cada caso, el tiempo para finalizar el proceso es de cuatro a cinco meses, por lo que muchos de los que se naturalizan estos días lo hacen tras saber que Trump había ganado las elecciones.

No obstante la capacidad de la agencia para procesar las solicitudes de naturalización ha registrado retrasos, que, según USCIS, se deben a cuestiones tecnológicas y el aumento de las tarifas.

A finales de 2016, casi 637.000 solicitudes estaban pendientes de procesar casi el doble del año anterior. USCIS, no ha revelado aún los datos del segundo trimestre del año fiscal 2017 sobre el número de solicitudes de naturalización. “Seguramente siguen aumentando”, advirtió Monterroso.