Christopher Wray jura el cargo como nuevo director del FBI
El nuevo director del Buró Federal de Investigación (FBI), Christopher Wray, juró el cargo después de que el Senado aprobara su designación, informó el Departamento de Justicia.
Wray juró el cargo ante el fiscal general, Jeff Sessions, quien destacó que el flamante jefe del Buró tiene “la experiencia y la fuerza de carácter que el pueblo estadounidense quiere en el director del FBI”.
“Estoy seguro de que el FBI, la primera agencia de investigación del mundo, está en buenas manos con el director Chris Wray al frente”, subrayó Sessions en un comunicado oficial.
Tras asumir el puesto, Wray afirmó que tomar las riendas del FBI supone un “honor único en la vida”.
El Senado federal confirmó a Christopher Wray como nuevo director del FBI, en sustitución de James Comey, quien fue despedido de manera sorpresiva por el presidente, Donald Trump, en mayo pasado.
Wray contó con el respaldo de una amplia mayoría de los senadores, con 92 votos a favor y solo 5 en contra.
De este modo, pasa a encabezar el FBI, una agencia policial clave en la inteligencia de EEUU, en plena investigación sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales del pasado año y los posibles vínculos entre Moscú y la campaña de Trump, el entonces candidato republicano.
Wray, de 50 años, dirigió la división criminal del Departamento de Justicia de 2003 a 2005, durante el mandato del entonces presidente, George W. Bush, y cuando Comey era, como fiscal general adjunto, el “número dos” del FBI.
El nuevo director fue evaluado por los senadores el pasado mes, cuando aseguró que defenderá la independencia del Buró y alertará al Congreso ante cualquier intento de interferencia en el proceder de esa agencia federal.
“Mi lealtad es a la Constitución y al imperio de la ley, y seguiré respondiendo ante ellos”, subrayó entonces Wray.
Trump nominó a Wray el pasado junio tras destituir de manera fulminante a Comey, en medio de la investigación del FBI sobre los posibles vínculos de la campaña del magnate con el Gobierno ruso para ayudar a su victoria en las elecciones presidenciales de 2016.
Christopher Wray tiene una amplia experiencia como abogado en el sector público y privado y fuertes vínculos con el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, cercano al mandatario.
Wray, de 50 años, trabajó en el Departamento de Justicia bajo el Gobierno del presidente George W. Bush entre 2001 y 2005 y estuvo al frente de importantes casos, especialmente vinculados con el fraude empresarial, como el de la compañía energética Enron.
Asimismo, tuvo un papel clave en la respuesta del Departamento de Justicia a los atentados terroristas de 11 de septiembre de 2001, coordinando las acciones de supervisión legal y operacional.
En 2005, dio el salto al ejercicio privado en el bufete de abogados King & Spalding, uno de los más prestigiosos de EEUU en derecho internacional de empresas, con oficinas en todo el mundo y más de 900 empleados.
Wray trabajó para la firma, que cuenta entre sus clientes a las grandes corporaciones empresariales internacionales, desde sus oficinas de Washington y Atlanta, donde reside con su familia.
Entre ellas está la petrolera rusa Rosneft, algo que ha generado suspicacias dada la polémica acerca de la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016, en las que Trump se impuso a la candidata demócrata Hillary Clinton.
En el bufete, Wray se especializó en casos de grandes empresas y regulación internacional y representó al banco suizo Credit Suisse en el litigio por evasión fiscal abierto por las autoridades estadounidenses, y que se saldó con un acuerdo por el que la entidad financiera pagó una multa de 2.600 millones de dólares.
Entre los clientes de King & Spalding figuran corporaciones globales como Coca-Cola, General Motors y PricewaterhouseCoopers.
El presidente Trump subrayó en junio pasado, cuando designó a Wray, que está “impecablemente cualificado” para el cargo y se mostró convencido de que “volverá a servir al país como un feroz guardián de la ley y modelo de integridad”.
Sus conexiones políticas datan de su paso por el Departamento de Justicia, donde conoció al actual gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, un colaborador cercano del presidente Trump, cuando ambos eran jóvenes fiscales en ascendente trayectoria.
Precisamente, Wray actuó como abogado personal de Christie en el juicio sobre el caso conocido como “Bridgegate”, originado por el cierre parcial, en 2013, de un puente de Nueva Jersey a modo de represalia política y en el que estuvieron implicadas varias personas de su círculo más cercano.