Enfermos del corazón con depresión más propensos a morir

Las personas que padecen enfermedades coronarias y sufren de depresión tienen el doble de posibilidades de morir por ese motivo que aquellos con el mismo diagnóstico que no son depresivos, señala un estudio realizado por Intermountain Healthcare en Salt Lake City en Utah.

El análisis, publicado en la prestigiosa revista científica European Heart Journal, encontró que la depresión posterior al diagnóstico de enfermedades coronarias es “el mayor indicador” individual de muerte en los pacientes, permaneciendo aún después de que se controlaran otros factores.

La investigadora Heidi May, epidemióloga cardiovascular del Intermountain Medical Center Heart Institute y autora principal del reporte, señaló que una fase de depresión posterior al diagnóstico de enfermedad coronaria duplica la posibilidad de muerte del paciente.

“Sin importar que tan larga o corta fuera (la fase depresiva) se encontró que los pacientes tenían el doble de riesgo de muerte comparados con aquellos que no habían tenido un diagnóstico posterior de depresión”, aseguró May.

El estudio resaltó la importancia de evaluar la presencia de depresión en los pacientes diagnosticados con enfermedades coronarias y tratarla en caso necesario, aún años después del diagnóstico.

La depresión como causa de muerte de estos pacientes fue el mayor factor de riesgo comparado con otros, incluyendo “edad, falla cardíaca, diabetes, presión arterial alta, falla renal infarto o embolia”, recalcó la investigadora.

El equipo de estudio analizó los casos de 24.138 pacientes diagnosticados con enfermedades de las arterias coronarias, luego de realizárseles angiogramas por diferentes síntomas.

De estos pacientes, el 15 % (2.646) fue diagnosticado con depresión en algún momento de su seguimiento médico posterior, incluyendo algunos en los que se presentó hasta cinco o más años después de haber sido diagnosticados con los problemas coronarios.

El análisis no estableció una causa entre la depresión y la mayor propensión a la muerte de los pacientes, aunque para la doctora May el factor psicológico influye en el seguimiento del tratamiento coronario y aún en cambios biológicos. “Sabemos que las personas con depresión tienden a seguir menos la medicación y probablemente en general no siguen dietas saludables o programas de ejercicio”, comentó la investigadora.

El estudio concluyó que “sin importar cuánto tiempo pase después de que el paciente ha sido diagnosticado con una enfermedad coronaria”, se debe seguir evaluando la presencia de depresión.