Los inmigrantes balancean el envejecimiento de la población

Los inmigrantes pueden y han ayudado a mitigar algunos de los efectos fiscales y económicos negativos que presenta el rápido envejecimiento de la población en los Estados Unidos, según un estudio del Centro de Políticas Bipartidistas.

Ante el descenso de las tasas de fertilidad en las últimas décadas, el incremento de la expectativa de vida y el retiro de la generación denominada “baby boomers” (nacidos entre 1946 y 1964), el país necesita de más recursos para hacer frente a los costos, señala el estudio de los desafíos demográficos de EE.UU.

La tasa de fertilidad alcanzó su pico a finales de la década de 1950, con 3,5 hijos por madre debido a los nacimientos ocurridos después de la Segunda Guerra Mundial, y desde mediados de los años 70 se estancó en dos hijos por madre.

A su vez, desde 1960, la expectativa de vida entre los hombres creció de 65 años a entre 78 y 83 años, mientras que las mujeres ahora viven hasta 86 años como promedio, lo que agrega preocupaciones a los programas de Seguro Social y Medicare, dice el estudio.

Los recursos disminuyen, pero “se puede contar con los inmigrantes, legales o indocumentados, que proveen una fuerza laboral joven para pagar las pensiones y cuidados médicos de una población creciente de retirados”, declaró una de las autoras, Theresa Cardinal Brown.

Como promedio, la mitad de los inmigrantes que llegan al país tienen entre 20 y 44 años de edad, y el 12 % entre 45 y 54 años.

Estos inmigrantes contribuyen además con el crecimiento económico del país mediante la innovación y la creación de empresas y empleos, agregó Cardinal, porque una cuarta parte de los negocios nuevos en Estados Unidos son fundados por extranjeros, quienes además registran el doble de patentes que los oriundos del país.

El estudio señala que en la solvencia del Seguro Social existe una gran contribución de los inmigrantes sin papeles, que, a pesar de no estar autorizados a trabajar, en 2010 pagaron 12.000 millones de dólares al sistema, del cual no pueden recibir beneficios.

La Administración del Seguro Social estudió varios modelos sobre el aporte de los inmigrantes desde el primer intento de una reforma migratoria aprobada por el Senado en 2013, aunque luego este proyecto de ley se estancó en el Congreso. El estatus que se daría con esa ley a unos ocho millones de indocumentados habría permitido una expansión de la fuerza laboral que aportaría 284.000 millones en diez años en impuestos y contribuciones.

Luego, la ampliación de la Acción Diferida, amparo migratorio lanzado en 2012 para jóvenes indocumentados que llegaron al país de la mano de sus padres, que también habría incrementado en cientos de miles la cantidad de trabajadores cotizando al Seguro Social, fue bloqueada en las cortes por demandas de varios estados.

“La regularización de los inmigrantes indocumentados no es una solución definitiva para los problemas de insolvencia del Gobierno, pero en el escenario más optimista los aportes de estos grupos pueden hacer menos severos los cambios que habrá que implementar en el futuro para financiar las pensiones”, dijo Cardinal.

Otras comprobaciones del estudio señalan que el envejecimiento de la población es uno de los factores primarios del aumento de la deuda nacional, que, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, podría llegar al 150 % del Producto Interior Bruto, comparado con el 77 % de 2016.

El Gobierno ha tenido que pedir dinero prestado para pagar el retiro de los “baby boomers”, porque la fuente habitual de recursos se ha reducido, y se verá obligado en el futuro a aumentar los impuestos y a cortar beneficios, señala el informe.