El resfriado y la gripe: prevención, síntomas y tratamientos

Los virus del resfriado y de la gripe siempre están flotando a nuestro alrededor. Entonces, ¿por qué parecemos ser especialmente vulnerables durante los meses del otoño y el invierno?

Más que nada, esto se debe a que pasamos más tiempo adentro, y los virus de un resfriado o de la gripe que causan el catarro, la congestión y los dolores de cuerpo pueden propagarse de persona a persona con mayor facilidad.

Uno puede contraatacar estos virus adoptando hábitos saludables, y con el uso de vacunas y medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) para combatir y prevenir la gripe.

Los síntomas de los resfriados y de la gripe

La mayoría de las infecciones respiratorias, como el resfrío, van y vienen en cosa de días, sin efectos duraderos. Pero algunos causan problemas de salud graves. Además, quienes consumen tabaco o están en contacto con el humo de segunda mano son más propensos a padecer enfermedades respiratorias y complicaciones más graves que los no fumadores.

Los resfríados. Los síntomas de los resfriados generalmente son congestión o secreción nasal y estornudos. Otros síntomas son: tos, garganta irritada y ojos llorosos. No hay vacuna que prevenga los resfriados, los cuales se presentan de manera gradual y suelen propagarse por el contacto cotidiano.

La gripe. Los síntomas de la gripe incluyen fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, tos seca, cuerpo adolorido, fatiga y malestar general. Al igual que los virus que causan el resfriado, el de la gripe puede causar congestión o secreción nasal, estornudos y ojos llorosos. Los niños pequeños también pueden experimentar náuseas y vómito.

Por lo general, la gripe se presenta de repente y dura más tiempo que un resfrío. Los virus de la gripe se propagan principalmente por las gotitas que esparce una persona enferma al toser, estornudar o hablar. También puede contraerse al tocar una superficie o un objeto con el virus. La mejor manera de prevenir la gripe es vacunándose todos los años.

La temporada de gripe en los Estados Unidos puede comenzar tan pronto como en octubre y durar tanto como hasta mayo, y generalmente llega a su apogeo entre diciembre y febrero.

Vacúnese contra la gripe

Con contadas excepciones, toda persona mayor de 6 meses de edad debe vacunarse contra la gripe. La vacuna es una medida importante para reducir el número de casos de la enfermedad, y prevenir las muertes y hospitalizaciones relacionadas con ella.

Lo mejor es vacunarse para octubre, aunque hacerlo hasta ya entrado enero o después puede seguir ofreciendo protección. Uno tiene que vacunarse todos los años porque los virus de la gripe pueden cambiar de un año a otro y quizás sea necesario actualizar las vacunas para que protejan contra las nuevas cepas del virus que circulan entre la población. Además, el nivel de protección proporcionado por la vacuna del año anterior decae con el tiempo y puede ser demasiado bajo como para ofrecer protección al año siguiente.

La inmunización anual es especialmente importante para las personas con un riesgo alto de presentar complicaciones graves a causa de la gripe, entre ellas: los niños menores de 5 años, pero en especial los menores de 2; las mujeres embarazadas; quienes padecen ciertas enfermedades crónicas (tales como asma, diabetes o afecciones cardiacas y pulmonares); y las personas mayores de 65 años.

La vacunación es especialmente importante para los trabajadores de la salud, así como para quienes cuidan o viven con personas con un alto riesgo de sufrir complicaciones graves relacionadas con la gripe.

Los bebés menores de 6 meses son demasiado pequeños como para recibir la vacuna contra la gripe. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que las mujeres embarazadas y los padres que tengan bebés se vacunen contra la gripe para protegerse tanto ellos como a sus hijos durante estos primeros meses. Además, toda persona que cuide del bebé o que tenga un contacto cercano con él debe vacunarse.

Practique hábitos saludables

Lávese las manos con frecuencia. Enséñeles a los niños a hacer lo mismo. Tanto los resfriados como la gripe pueden transmitirse a través de las superficies contaminadas, incluyendo las manos. Lávese las manos con agua tibia y con jabón por lo menos durante 20 segundos.

Reduzca su contacto con personas infectadas. Mantenga a los bebés alejados de las multitudes durante los primeros meses de vida.

Además: lleve una dieta balanceada; duerma lo suficiente; haga ejercicio; y reduzca el estrés.

Qué hacer si ya está enfermo

Por lo general, los resfriados tienen que seguir su curso. Hacer gárgaras de agua con sal puede aliviar el dolor de garganta. Y un humidificador de niebla fresca puede ayudar a aliviar la nariz tapada.

Éstas son otras medidas a tomar en consideración: hable con su médico o farmacéutico para saber qué es lo que funcionará mejor para mitigar o tratar sus síntomas; reduzca el contacto de los demás con su virus; cúbrase la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar; y manténgase hidratado y descansado, y evite los productos con alcohol o cafeína.

Además de los medicamentos de venta libre sin receta médica (OTC, como se les conoce en inglés), también existen fármacos aprobados por la FDA para el tratamiento de la gripe. Además, un resfriado o una gripe pueden llevar a una infección bacteriana (tal como bronquitis, sinusitis, infecciones del oído y neumonía) para la cual podrían necesitarse antibióticos.

Cómo tomar medicinas de venta libra para tratar los síntomas del resfriado o de la gripe de forma segura

Lea con atención la etiqueta de los medicamentos y siga las indicaciones. Las personas con ciertos padecimientos de salud, tales como hipertensión arterial o diabetes, deben consultar con un médico o con el farmacéutico antes de tomar una nueva medicina para la tos o el resfriado.

Elija las medicinas de venta libra correctas para sus síntomas.

  • los descongestionantes nasales ayudan a destapar la nariz tapada;
  • los antitusivos ayudan a aliviar la tos;
  • los expectorantes ayudan a aflojar el moco;
  • los antihistamínicos ayudan a parar congestión nasal y los estornudos; y
  • los analgésicos pueden ayudan a aliviar la fiebre, los dolores de cabeza y los dolores leves.

Verifique los efectos secundarios de la medicina. Los medicamentos pueden causar somnolencia, e interactuar con los alimentos, el alcohol, los suplementos alimenticios y otras medicinas. Dígales a su médico y al farmacéutico todos los suplementos y medicinas que esté tomando.

Consulte con un profesional de la salud antes de darle una medicina a un niño.

Vaya al médico si no mejora.

Entre los indicios de problemas pueden estar:

  • una tos que no deja dormir;
  • una fiebre que no responde al tratamiento;
  • dificultad creciente para respirar;
  • dolor facial debido a una sinusitis; y
  • fiebre alta, dolor de pecho o cambios en el moco que produce, después de haberse sentido mejor por un corto tiempo.

En los niños, esté atento a las fiebres altas y los comportamientos anormales, tales como una somnolencia fuera de lo común, rehusarse a comer, llanto excesivo, agarrarse las orejas o el estómago y una respiración sibilante.