La identidad latina se reduce conforme se suceden las generaciones

La identidad latina de quienes tienen ascendientes hispanos se desvanece conforme se suceden las generaciones entre la población estadounidense, según un estudio publicado por el centro de estudios Pew Research.

Cuanto mayor es la cercanía con la raíz hispana de la familia, más probable es que la población estadounidense con dichos orígenes se identifique a sí misma como latina.

El 18 por ciento de los estadounidenses se considera hispano, conformando el segundo grupo étnico más grande del país.

Estados Unidos albergaba en 2015 a 42,7 millones de personas con orígenes hispanos o latinos, de los que 37,8 se consideran parte de estos grupos -el 89 %-, mientras que cinco millones no se reconocen en esta identificación.

Aquellos nacidos en España o Latinoamérica no tienen dudas y el 97 por ciento se considera latino o hispano, una proporción similar a la población que conforma la llamada “segunda generación” -con al menos uno de los padres inmigrante-, donde reconoce esta identidad el 92 por ciento.

La porción se reduce en la “tercera generación” -con padres de EEUU y con abuelos y bisabuelos inmigrantes-, entre los que el 77 por ciento se reconoce en la identidad hispana o latina, según las estimaciones de Pew.

Aún menor es la identidad entre la llamada “cuarta generación” o superiores -aquellos que hasta sus abuelos son nacidos en Estados Unidos pero con antecesores latinos o hispanos-, con un 50 por ciento que dice que son hispanos.

Entre quienes tienen ascendientes de estos orígenes y no se consideran pertenecientes a estos grupos, el 81 por ciento dice no haberse identificado nunca de esta forma.

En esta línea, el 27 por ciento de este grupo argumentó que su ascendencia latina está demasiado lejos o que su experiencia y su origen es mixto.

Entre las causas de este fenómeno señaladas por Pew, destacan el alto índice de matrimonios mixtos de larga duración y el declive de la inmigración latinoamericana en la última década.

Estos factores están “distanciando” a algunos estadounidenses con orígenes hispanos de la experiencia y la forma de vida de las generaciones que les precedieron.

Los resultados de esta investigación derivan de dos estudios: el primero, realizado entre el 21 de octubre y el 30 de noviembre de 2015 en inglés y español mediante entrevistas a 1.500 personas que se identificaban como latinos.

Y el segundo, basado en entrevistas en inglés a 401 adultos estadounidenses que decían tener origen en Latinoamérica o España pero sin considerarse hispanos y realizado entre el 11 de noviembre de 2015 y el 7 de febrero de 2016.