Mexicana maltratada por su pareja presenta libro sobre violencia doméstica

Dana Morales, mexicana, estuvo emparejada por diez años, al inicio todo fue miel sobre hojuelas, pero su pareja comenzó a controlarla en demasía y, finalmente, la golpeó; esa experiencia la empujó a escribir “Lo que Callamos como Mujeres”.

Llegó a Estados Unidos con su pareja en busca de una mejor calidad de vida, pero la mejora económica no llegó de la mano con el respeto mutuo y la paz en su hogar.

Una vez instalada en casa de los parientes de su amado, en Brooklyn, Nueva York, comenzó a sentir que la familia de él se entrometía en su relación y en consecuencia la dañaba. A los seis meses comenzaron los problemas.

Se fueron a vivir aparte pero el gusano de la desconfianza se apoderó de ella, luego que su conviviente le sacó la vuelta.

Con esa disparidad llegó a soportar abuso físico, la atacó tres veces, abuso sexual y económico. “por eso me separé porque ya no podía soportarlo,” expresó.

Ella cree que todo fue culpa del ego masculino, tema que desarrolla en un capítulo del libro.

En la página 127 sostiene que: Los hombres se guían más por el instinto animal y las mujeres por el sentimental, por lo que si al hombre una mujer le hiere el ego se pone agresivo, malhumorado y distante. En cambio a la mujer se le rompe el corazón y su autoestima decae.

Y precisa que al hombre que se le ataca en el ego despierta su agresividad porque su autoestima ha decaído.

“Escribir el libro fue una terapia liberadora. Allí me di cuenta que las mujeres y hombres latinoamericanos hemos estado acostumbrados a callarnos, a sufrir en silencio ¿Por qué?,” dice Morales a Reporte Hispano, durante la presentación de su libro en el Condado de Passaic. Nueva Jersey.

De manera que decidió romper el silencio para auto-ayudarse a la vez de ayudar a las demás mujeres.

“Con mi experiencia quiero que otras mujeres rompan el silencio y se digan: yo quiero, yo puedo y lo voy a hacer,” anota la autora.

Sostiene que no hay un prototipo de violencia doméstica, que ataca al rico, al que quiere ser rico tanto como al pobre, así como al hombre y a la mujer,

Asimismo argumenta que la violencia doméstica es una cruz de cuatro puntas: el abuso físico, sicológico, sexual y el económico.

“Muchas personas dicen yo no estoy viviendo ningún tipo de violencia. Mentira, si por ejemplo el hombre le controla económicamente a la mujer es un tipo de violencia porque siempre he pensado que, en una relación la economía es un pozo compartido, como quien dice cincuenta y cincuenta, trabajar en la calle y trabajar en el hogar, o que ambos trabajen son por igual actividades que demandan tiempo y esfuerzo monetizable,” aclara.

La mexicana sostiene que la mujer no debe creerse obligada a tener sexo con el marido, si no es del consenso de ambos. El hecho de que el esposo ( o la esposa en el caso que ella solamente trabaje) lleve dinero a casa no le da poder sobre su cuerpo.

“Porque nosotros como mujeres valemos y debemos respetarnos y hacernos respetar,” enfatiza Morales, “debemos cuidar el espíritu que sostiene a nuestro cuerpo”.

En el libro la autora relata parte de sus historia, así como las de otras mujeres que vivieron situaciones de abuso doméstico, y explica el comportamiento agresor a la vez que presenta soluciones.