Hispanos entre los que menos duermen
Los hispanos y los afroamericanos son más propensos a no dormir las horas recomendadas, alerta un estudio que, además, destaca los resultados negativos de la falta de sueño.
El informe, elaborado por la Universidad del Sur de California (USC), señaló que el porcentaje de hispanos que no duermen las horas recomendadas aumentó de un 26% en 2004 a 33% en 2017.
Otro incremento notable fue el de los afroamericanos: pasaron de 35% a 42% en el mismo periodo, mientras que el porcentaje de los blancos no hispanos sólo aumentó dos puntos, de 29% a 31%.
Los investigadores examinaron los datos de la Encuesta Entrevista Nacional de Salud sobre el número de horas diarias de sueño de cerca de 400.000 adultos, con edades comprendidas entre 18 y 84 años.
Las respuestas fueron divididas entre aquellos que dormían menos de lo indicado (seis horas o menos), dormían el tiempo adecuado (de siete a ocho horas) y dormían más de lo recomendado (nueve o más horas).
Jennifer Ailshire, profesora asistente de Gerontología y Sociología y autora líder del estudio, resaltó que entre 2004 y 2012 el porcentaje de personas con pocas horas de sueño se mantuvo relativamente estable.
Sin embargo, al inicio de 2013 encontraron una tendencia incrementada a dormir menos horas, que siguió en aumento hasta 2017.
“Los resultados que más sorprenden de este estudio no son solamente que los afroamericanos y los hispanos son más propensos a tener sueño inadecuado, si no el rápido aumento del índice en un período específico de tiempo”, anotó Ailshire.
El no dormir las horas suficientes está asociado, según investigaciones previas, con obesidad, disminución de la función cognoscitiva, demencia, enfermedades cardíacas y diabetes, explicó el estudio.
Adicionalmente, a la falta de sueño se le atribuyen aumentos en accidentes de tránsito y mayores conflictos en las relaciones sociales.
“Veremos peores resultados en la salud como consecuencia (de la falta de sueño) y es posible que ya lo estemos contemplando en este momento”, dijo Ailshire.
El estudio señaló que el aumento de personas que dormían menos horas de las recomendadas coincidió “con un período de inestabilidad económica, un aumento de estrés social y el uso ampliado de teléfonos inteligentes junto con otras tecnologías”.