CDC instan a prepararse ante la inevitable expansión del COVID-19
La población debe prepararse ante la inevitable propagación en los Estados Unidos del coronavirus COVID-19, que ha causado la muerte a más de 2.600 personas en todo el mundo, advirtieron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“Esto puede ser malo”, reconoció Nancy Messonier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC, que se mostraron incapaces todavía de anticipar la gravedad de la propagación en los EE.UU. de este virus que ha desatado el temor de una pandemia a nivel global.
Las autoridades sanitarias de los EE.UU. aumentaron el tono de su advertencia sobre la seriedad de la amenaza que supone este virus en un país que tiene 53 casos confirmados, aunque solo 2 de ellos de transmisión local.
“No se trata de si el coronavirus se propagará por los Estados Unidos, sino de cuándo y cuántas personas tendrán una enfermedad grave”, dijo Messonnier.
La especialista de los CDC alertó que el coronavirus (COVID-19) continúa expandiéndose y evolucionando de forma rápida, por lo que es necesario que escuelas, hospitales y población en general comiencen sus preparativos para enfrentar esta epidemia.
Cada vez son más los países en los que se está propagando este mortal virus, entre ellos Japón, Singapur, Irán, Corea del Sur, Tailandia, Italia y China, epicentro de este brote y donde se contabilizan ya 77.000 casos y más de 2.600 fallecidos.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, acusó a China e Irán de ocultar “la verdad” sobre la gravedad de la propagación de la enfermedad mortal en estos países, advirtiendo que esta “censura” puede “tener consecuencias mortales”.
Para la funcionaria de salud, esta propagación internacional les obliga a trabajar estrategias más “agresivas para detectar y aislar” los casos confirmados en Estados Unidos, porque cuanto mayor es la propagación en otros países “más difícil será controlarla en Estados Unidos”.
Esa inquietud debería llegar también a las familias, según Messonier, que expresó que el coronavirus de Wuhan, ciudad china de donde surgió el brote, puede conducir a “pérdida de ingresos y a una interrupción significativa de la vida diaria”.
A tales efectos, recomendó comenzar a planificar sobre cómo afrontar el cierre de escuelas y guarderías, en una situación que, dijo, puede ser “abrumadora” en unos cambios de las rutinas diarias que puede ser “severa”.
“Son conversaciones que las personas deben tener ahora”, alertó Messonier, quien confesó que en horas de la mañana tuvo una conversación sobre este particular con su propia familia.
En caso de que se concrete la propagación del virus por el país, las autoridades recomendaron evitar el “contacto cara a cara”.
“Por ejemplo, para las escuelas las opciones incluyen dividir a los estudiantes en grupos pequeños y en el caso de una pandemia severa la recomendación será cerrar escuelas y ofrecer los cursos a través de Internet para continuar con la educación”, dijo.
En cuanto a las empresas, Messonier les hizo un llamado para que comiencen a evaluar opciones para sus empleados que incluyan la posibilidad del teletrabajo.
En el caso de centros médicos y hospitales, los CDC están recomendando también que analicen desde ya cómo ampliar sus servicios para poder ofrecer atención a distancia.
Las nuevas advertencias llegan después de que la Casa Blanca solicitase este lunes al Congreso 2.500 millones de dólares en gastos suplementarios para combatir la propagación del coronavirus de Wuhan.
Hasta el momento no hay vacunas ni medicamentos probados para tratar el COVID-19. Sin embargo, los Institutos Nacionales de Salud de EEUU iniciaron el primer ensayo clínico en el país con el cual buscan evaluar la seguridad y la eficacia del antiviral remdesivir.
Este tratamiento experimental, ya utilizado en China, se enfoca en adultos hospitalizados con diagnóstico de enfermedad de COVID-19 en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska (UNMC), en Omaha.
El primer paciente de este primer ensayo clínico en los Estados Unidos es una persona que fue puesta en cuarentena en el crucero Diamond Princess, que estuvo anclado en Japón y que junto a más de 320 pasajeros fue repatriado al país la pasada semana, y se ofreció como voluntario para participar en el estudio.
Las últimas cifras oficiales señalan que hay 53 casos confirmados del coronavirus COVID-19 en Estados Unidos, de los cuales 36 corresponden a pasajeros del Diamond Princess y los restantes 14 corresponden a personas diagnosticadas en suelo estadounidense.
De estos, ocho fueron identificados en California y dos en Illinois. Massachusetts, Arizona, Wisconsin y el estado de Washington tienen un caso cada uno.
Entre los casos ubicados en EE.UU. se diagnosticaron dos casos de contagios locales, uno en California y otro en Illinois.