Candidatos a la gobernación se bañan de hispanidad
En la calle 73 de la avenida Bergenline el candidato demócrata Phil Murphy arriesga la calle: se acerca a la gente, se toma fotos con mujeres y niños, y se saluda de puño con un salvadoreño. Perlas de sudor ruedan por su rostro.
Minutos más tarde, a la altura de la calle 71, pasa la caravana del candidato republicano Jack Ciattarelli. Este decide gastar menos suela, por el momento no camina, no sabemos si después lo hizo, solamente saluda desde lo alto de un camión, sube y baja los brazos con sonrisa cautivadora.
De esa manera la contienda electoral se trasladaba, el domingo 3 de octubre último, a la avenida Bergenline, al 46to Desfile Hispanoamericano del Estado de NJ.
Las últimas encuestas, como la de Monmouth University, del 22 de septiembre, dan una ventaja de 13 puntos a favor del demócrata: Murphy 51% y Ciattarelli 38%. En el balance el primero ha perdido 1 punto y el retador ha ganado 2, de acuerdo a la misma encuesta de agosto: Murphy 52% y Ciattarelli 36%.
Eso en los números reales significa una diferencia aproximada de 500 mil votos a favor del actual incúmbete, si se toma como referencia los aproximadamente 4 millones 500 mil electores (números redondeados) que votaron en Nueva Jersey para la última elección presidencial Biden-Trump.
Lo que quiere decir que el retador republicano tiene hasta el martes 2 de noviembre para conseguir esos votos. El tiempo es corto.
Entretanto en la Bergenline el baile parece que fue con Murphy. Hombres y mujeres saludaban y se tomaban fotos con el candidato a la reelección, a su paso por la avenida de negocios hispanos más grande del estado.
El salvadoreño Julio Rodríguez Escobar, cree que, en medio de todo, la gestión de Murphy ha favorecido a los hispanos.
“Creo que ha sido un gol que el gobernador (Phil) Murphy nos firmara las licencias. Ahora podemos manejar y poder llegar al trabajo. Nos cuesta un poco sí, pero ahora con un camión uno puede llegar todo lo lejos que se pueda. En este estado el que no tiene carro se muere de viejo porque gasta demasiado tiempo en buses y las vanes nos sacan la plata que quieren para llevarnos a la factoría,” dice Rodríguez.
La colombiana María Rivera se tomó una foto con el gobernador Murphy porque “se le ha visto trabajo con lo del covid. Si ya pudiera votar, mi voto sería para él, aún me faltan dos años para aplicar para la ciudadanía. Pero tiene mi simpatía,” dijo Rivera. Al cierre de esta edición no se presentaban nuevas encuestas sobre el voto hispano, que representa el 14% de los electores registrados para votar.