Nakamura nuevo campeón en ajedrez Fischer Random
El estadounidense Hikaru Nakamura se ha proclamado en Reikiavik campeón del mundo de ajedrez Fischer Random, en el que la posición inicial de las piezas se decide por sorteo (los peones ocupan sus casillas clásicas de partida), al derrotar en el desempate de la final al ruso Ian Nepómniachtchi.
En un vertiginoso Armagedón, obligado a ganar con 15 minutos en su reloj frente a los 12 de Nepo (al que le valían las tablas para ganar el título), Nakamura exhibió su reconocida maestría en el ajedrez rápido y partiendo de posiciones impensadas, decididas sólo unos minutos antes de la partida por sorteo.
Las semifinales habían dejado fuera a los dos favoritos, el noruego Magnus Carlsen, campeón mundial de ajedrez clásico, y el uzbeko Nodirbek Abdusattorov, que se habían clasificado como primeros de grupo.
Carlsen fue eliminado (1-3) por Nepómniachtchi, su último retador en el Mundial clásico, que resurgió de forma espectacular con tres victorias seguidas después de haber comenzado su encuentro de semifinales con una derrota.
Nakamura, uno de los líderes más influyentes del ajedrez universal en redes sociales, infligió una dura derrota (3-0) al joven Abdusattorov, de 18 años, que había cuajado una fase de grupos impecable, ganando todos sus encuentros.
El defensor del título ni siquiera accedió a las semifinales. El estadounidense Wesley So, primer y único campeón de ajedrez Fischer Random, no pudo alcanzar una de las dos primeras plazas que clasificaban en cada serie.
La final, con el título y un premio de 150.000 dólares en juego, se presentaba sin un favorito claro, con dos jugadores en buena forma que habían probado sus cualidades para manejarse en una modalidad de juego que desde el primer movimiento obliga a los jugadores a pensar por sí mismos, sin la ayuda del repertorio de aperturas examinadas en profundidad con la ayuda de los imbatibles módulos informáticos.
En efecto, la igualdad persistió al término de las cuatro partidas. Nakamura ganó con negras la primera, firmó tablas en la segunda y fue claramente desbordado por el ruso en la tercer. No hubo lucha en la cuarta (tablas en 15 jugadas) y la final se fue el desempate en formato Armagedón.
El último juego ofreció oportunidades para ambos bandos. Nepo parecía tenerlo todo a su favor mediada la partida (posición favorable y le bastaban las tablas), pero Naka se las arregló para darle la vuelta a la situación y en el final se mostró implacable.
Ocho jugadores se enfrentaron sobre el tablero presencial por este nuevo título, que premia la creatividad en posiciones infrecuentes. Además de Nepo, Nakamura, Carlsen, Abdusattorov y Wesley So, participaron el ruso Vladimir Fedoseev, el islandés Hjörvar Steinn Grétarsson y el alemán Matthias Blübaum.
El campeonato se jugó en Reikiavik, donde hace 50 años Bobby Fischer arrebató el título mundial al soviético Boris Spassky en el denominado “match del siglo”, en plena Guerra Fría.
La modalidad Fischer Random ha ido ganando adeptos desde que los módulos informáticos (las máquinas, como se los define coloquialmente en el ajedrez) alcanzaron una potencia de análisis imbatible para el ser humano.
Con la formación de piezas sobre el tablero decidida por sorteo se intenta conseguir una vuelta al ajedrez “humano”, no mediatizado por las líneas sugeridas por los módulos, en línea con las reformas propuestas por el propio Magnus Carlsen para hacer más atractiva la competición.
La modalidad es conocida también por 959, que es el número total de posiciones iniciales de piezas que puede arrojar el sorteo, cuyo resultado será anunciado 15 minutos antes de las partidas.
Carlsen y Nakamura cobraron reciente actualidad al ser demandados judicialmente por el estadounidense Hans Niemann, sobre quien insinuaron que hacía trampas. El caso ha levantado una enorme polvareda en el mundo del ajedrez, al quedar de manifiesto la relativa facilidad con que se pueden recibir ayudas ilegales en el ajedrez por internet, que ha experimentado una gran explosión durante la pandemia.
Carlsen no volverá a defender su título mundial clásico, y la corona será para el ganador del “match” por el título que en 2023 librarán los dos primeros clasificados del Torneo de Candidatos de Madrid, Nepómniachtchi y el chino Ding Liren.