Alerta en los techos, trabajadores en peligro

En sendas locaciones de Newark, Elizabeth, y Bloomfield, se aprecia una realidad diaria: los jornaleros que trabajan en los techos no están bien protegidos y pueden sufrir caídas aparatosas o mortales.

Julio Asto, es uno de ellos, sube al segundo piso de una casa de dos familias donde están arreglando los techos averiados por las recientes lluvias, con dos compañeros y se juega literalmente la vida.

“Si sabemos que hay algunos riesgos, pero los arneses y demás protecciones son muy caros, tenemos que comprar zapatos con punta de acero, herramientas, ropa de invierno y un gasto más ya no aguanta,” afirma Asto.

Sin embargo, no saben o no le han informado que ese costo no le pertenece.

Crisostomo Campos, mexicano y entrenador de una oficina que dicta clases de OSHA (siglas en inglés de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos) en Newark y en New York, dice que los empleadores están obligados por la ley a proporcionar los arneses, escaleras, andamios y demás implementos de seguridad para trabajar en los techos.

A la vista de las fotos que acompañan esta nota Crisostomo encuentra las irregularidades. Sostiene que lo que allí ve es que no hay ningún tipo de prevención de riesgo, las escaleras no son las adecuadas, debe haber un andamio y no hay barandas ni arneses para proteger a los trabajadores.

“¿Donde están los inspectores de OSHA?, ¿donde están los inspectores del departamento de edificios o DOB? Es su responsabilidad vigilar que se cumplan las regulaciones del trabajo de construcción en los edificios,” dice Campos, al salir de clases en sus oficinas de Newark.

El activista afirma que, en su experiencia de 10 años ofreciendo clases de OSHA, ha encontrado que los trabajos en altura son los más riesgosos, y las caídas, golpes con herramientas, materiales que les caen encima, mal uso de herramientas, son algunos de los episodios más frecuentes.

Cientos de trabajadores terminan en un accidente por no saber las normas mínimas de seguridad, por supuesto que algunos pueden demandar y obtener beneficios, producto de la industria de los abogados de accidentes de construcción que mueve millones de dólares al año en el estado, pero ningún monto de dinero puede devolverle al trabajador la salud.

Si se rompe una pierna, sufre una conmoción cerebral, se quiebra la espalda, se tuerce un pié, o en el caso extremo que pierda la vida ninguna cantidad de dinero podrá devolverle la salud o la vida.

Generalmente los trabajadores de construcción, jornaleros, están obligados a recibir certificaciones en seguridad de OSHA para poder hacer el trabajo, sin embargo, denuncia Campos, algunos les venden estas certificaciones a los trabajadores sin que les exijan asistir a las clases.

“Yo invoco a los trabajadores de construcción a no caer en esta mala práctica, eso va contra su propia seguridad, es mejor tomarse su tiempo, asistir al entrenamiento, cumplir con las clases y aprobarlas, porque al final ustedes son los que están en peligro,” advierte Campos.

En Nueva Jersey, en el año 2022, se registraron 21 lesiones fatales entre trabajadores de construcción, siete de ellos se debieron a caídas, resbalones o tropezones, de acuerdo a las últimas estadísticas disponibles del Departamento de Labor Ver:

https://www.bls.gov/iif/state-data/fatal-occupational-injuries-in-new-jersey-2022.htm.

En general en los Estados Unidos fallecieron 423 trabajadores (de ellos 286 fueron hispanos) de la construcción por caídas, resbalones o tropezones de un total de 1,056, en el año 2022, según cifras oficiales.