Familia lucha contra la deportación
Una nueva familia hispana en Nueva Jersey se mantiene en vilo ante la posibilidad de ser separada por las autoridades de inmigración. Oscar Alvarado podría dejar de ver a su esposa y sus cuatro hijos en las próximas horas si las autoridades deciden deportarlo a Guatemala, su país de origen.
Varias organizaciones pro inmigrantes junto a la abogada de Alvarado, Liliana Quiroz, gestionan ante las autoridades de inmigración que se conceda al joven el recurso de “discrecionalidad procesal”, ya que el inmigrante tiene cuatro hijos nacidos en Estados Unidos, tres de ellos enfermos, y no tiene historial criminal.
Hilda Alvarado, esposa de Oscar, comenta que su pareja fue detenido el pasado 12 de marzo en Edison cuando manejaba a su trabajo. Las autoridades al constatar que el inmigrante había sido deportado previamente, lo remitieron a las autoridades de inmigración.
La joven guatemalteca relata que su esposo llegó a Estados Unidos en 1990. En el 2009 un abogado les aseguró que ellos calificaban para obtener sus documentos legales a través de la “Ley de los 10 años”. Esperanzados, llenaron todas las aplicaciones y se presentaron ante un juez de inmigración.
A pesar de tener casi 20 años en el país y varios hijos nacidos en Estados Unidos, el juez consideró que Oscar no reunía los requisitos para beneficiarse de dicha ley y ordenó su deportación.
“Ese fue el mayor error que cometimos, confiar en que podíamos tener los papeles como nos aseguró el abogado”, relata la hispana.
Oscar fue deportado el 16 de diciembre del 2010. El 13 de febrero del 2011, el ‘chapín’ regresó a Nueva Jersey con su familia.
No fue sino hasta el pasado mes de marzo cuando Oscar nuevamente volvió a enfrentarse con las autoridades de inmigración, quienes lo mantienen retenido en el Centro de Detención de Elizabeth.
Oscar además de ser el único sostén económico de su familia, tiene tres hijos que padecen complicadas enfermedades.
Su hijo mayor, Oscar Jr., de 15 años, tiene un riñón más pequeño que otro, lo cual lo afecta. Su hija de 12 años, Angie, sufre de esclerosis, y el hijo de 6 años, Branden, presenta dificultad de aprendizaje. Por su parte, la pequeña de 2 años, Abigail, requiere de una supervisión propia de su edad por parte de su madre.
“Estamos pasando momentos muy difíciles. Hasta me corrieron del apartamento por no tener dinero para la renta. Ahora estoy viviendo en una habitación en casa de mi hermano”, comenta angustiada la joven madre.
Además de solicitar el recurso de “discrecionalidad procesal”, la abogada del hispano, Liliana Quiroz, introdujo una solicitud de asilo, alegando que de regresar a Guatemala Oscar estaría en grave peligro.
Hilda Alvarado comenta que actualmente su pueblo en Guatemala, Sanarate El Progreso, ha sido declarado en alerta roja por la ola de criminalidad que padece la región. Según la hispana, todas las personas que llegan desde Estados Unidos o tienen familiares en EEUU, están siendo secuestradas por el crimen organizado para exigir altas sumas de dinero por su rescate a sus familiares en el exterior. Si no son pagadas las peticiones, asesinan a las personas.
“El mismo día que detuvieron a Oscar un primo fue asesinado por la delincuencia en Guatemala. La situación allá está muy peligroso”, señala la hispana.
Varias organizaciones comunitarias están ayudando a esta familia, entre ellas “Communities United NJ”, cuyo miembro, Christian Zamarrón, informó que consideran que existe posibilidades de que Alvarado sea liberado.
“Los funcionarios de inmigración nos pidieron las partidas de nacimiento de los hijos de Oscar para constatar que son nacidos aquí. Creemos que esta es una buena señal, nos mantenemos positivos”, destacó Zamarrón.
El activista comunitario afirman que organizarán más acciones de calle, como la manifestación realizada al frente del centro de detención el pasado domingo, para exigir la libertad de este padre de familia. Al cierre de esta edición el joven Alvarado seguía preso en el Centro de Detención en Elizabeth.