“Water & Power”, un drama hispano

El director de cine Richard Montoya habló sobre su última película, “Water & Power”, la historia de dos hermanos hispanos que siguen trayectorias vitales diferentes y acaban unidos por una tragedia inevitable.



Presentada por Edward J. Olmos, la cinta, que se estrenó a nivel nacional este 2 mayo, es una producción independiente que recoge los contrastes de luz y sombras y el humor negro de la escuela Culture Clash.



“Lo más importante de esta película es la historia, punto por punto, y (la forma) como está escrita”, afirmó Edward James Olmos.

“Es como un poema pero, más que eso, es una realidad de lo que nosotros (los hispanos) conocemos muy bien, especialmente aquí en Los Ángeles”, agregó el destacado actor y director mexicoamericano.



“Water & Power”, es la historia de dos hermanos hispanos, papeles interpretados por los actores Enrique Murciano y Nicholas González, hijos de un trabajador de la empresa de acueducto y energía de Los Ángeles, que, ambos exitosos, siguen carreras diferentes.



Mientras Water, decide seguir una carrera política convirtiéndose en senador del estado de California, Power sobresale en el Departamento de Policía de Los Ángeles, siendo un oficial distinguido.

No obstante, el éxito de los dos hermanos encierra las oscuras verdades que reflejan la mezcla de poder y corrupción que subyace en una metrópolis como Los Ángeles, mostrando que, “nada es concreto en LA, excepto el río”.

Así, una tragedia inevitable los reúne de nuevo en una noche lluviosa en la habitación de un motel, donde revisan sus vidas y toman decisiones que serán irreversibles.



Como cinta independiente con mayoría de actores hispanos, “Water & Power” tuvo que sortear muchos obstáculos para poder llegar al público estadounidense.

“Hacer películas no es fácil, se necesita una increíble cantidad de colaboración, de dinero y también se necesita un muy fuerte deseo de contar una historia”, explicó Montoya.



Para el director hispano, cofundador del grupo Culture Clash e impulsor de la cultura chicana, los hispanos tienen que vencer todos estos obstáculos para poder transmitir su historia.



“Tenemos nuestro destino en nuestras propias manos para contar nuestras historias”, enfatizó mientras destacaba la gran colaboración obtenida por el importante grupo de estrellas hispanas que participa en la película.



Para Nicholas González una de las razones principales que lo llevó a aceptar ser coprotagonista de la historia fue su relación con Culture Clash y la presencia de Montoya, no sólo en la dirección sino también en el guión.



“La obra es muy poética, es muy bella y es algo de lo que realmente quieres ser parte”, comentó el actor hispano nacido en San Antonio, Texas.

“Hay mucho de lo que Richard ha hecho en su obra, que está puesto en esta película”, agregó. Afirmó también que para la comunidad latina específicamente “aunque la historia es fatal y tiene consecuencias muy dramáticas, también es, en cierta forma, una celebración, la celebración del amor entre dos hermanos y el orgullo de lo que somos”.



La película está basada en la premiada obra de teatro del mismo nombre escrita por Montoya y producida originalmente en el Mark Taper Forum para el grupo Culture Clash

Producida por Mark Roberts, cuenta con la fotografía de Claudio Cheo, que muestra “imágenes de Los Ángeles pocas veces vistas en el cine” (tomadas) por el ojo de un angelino del Este.



Para Olmos, la película es un producto del cine latino moderno en Los Ángeles, que puede servir de prototipo para las películas hispanas exitosas en el país.



“Yo les digo a todos los productores que están viendo esta película y a los que están dentro de la industria, que tienen que ver qué pasa con ella, porque es independiente: el mercadeo es independiente y la distribución es independiente también”, advirtió.

“Si funciona ojalá que todo el mundo lo pueda hacer”, concluyó Olmos.