Cruzan los dedos para evitar deportación
Las horas y los días que está viviendo Gloria Chocoj, con sus tres hijos, todos ellos nacidos en suelo estadounidense, literalmente la tienen entre el agobio y la desesperación pues su esposo cumplió, al cierre de ésta edición, el plazo para ser deportado y su caso permanece en incertidumbre.
José Estrada, originario de Guatemala como ella, fue detenido y llevado al Centro de Detención en Elizabeth días previos a la navidad del año 2013 y el miércoles 16 de julio último vencía el plazo para la aprobación o desaprobación de la orden de remoción del país del inmigrante y su caso está en el limbo, como puede ser liberado o deportado.
“Aún no tengo noticias, ni me ha llamado, ni la abogada me ha dicho nada, creo que voy a cambiar de abogado,” dijo desesperanzada Gloria.
En septiembre el guatemalteco fue capturado y llevado a la cárcel porque manejaba el vehículo del jefe de su compañía, sin tener licencia, y fue responsable de un accidente.
El alegato legal presentado por la abogada Anna Little Esq. consigna que el guatemalteco no tiene antecedentes criminales y por lo tanto no entraña un peligro para el estado, la sociedad o la seguridad nacional por lo que está solicitando detener la deportación.
“Mi esposo es el que mantiene la casa, pero ahora como está preso yo tengo que vérmelas sola, apenas puedo ver a mis hijos, en las noches y los domingos. Y ellos están un poco enfermitos,” dice Chocoj.
Cuando José trabajaba, ella colaboraba con la manutención del hogar laborando dos días por semana y los otros días se dedicaba en exclusividad a cuidar y atender a los hijos de ambos.
Su situación financiera está en el límite de la supervivencia, añade, porque debe la renta de varios meses, tiene que pagar las facturas de la casa sola, y comprarle la ropa a sus niños.
“Yo los llevo a veces a la escuela, trato de ayudarle en todo lo que puedo a mi hermana pero deben dejar libre a mi cuñado, sus hijos lo extrañan mucho y ellos tienen problemas de salud,” dice Inés Chocoj.
Los menores asisten a su escuela, en la localidad de Fairview, Condado de Hudson, donde reside la familia. Su madre afirma que sus hijos sufren de diferentes enfermedades desde anorexia, pasando por bronquitis, amigdalitis, hasta propensión al asma.
Por el momento están en compás de espera y la organización que les ha prestado ayuda, Comunidades Unidas de Nueva Jersey, está buscando apoyo entre la comunidad y los oficiales electos para que José Estrada regrese a casa con sus hijos.
José y Gloria se conocieron en el año 1996 en el municipio de San Martín Jilotepeque, en el departamento de Chimaltenango, Guatemala, un centro poblado con 58, 578 habitantes según el último censo del país.
Se casaron a los dos años de enamorados. En el 2003 José decide inmigrar a los Estados Unidos. Cuando logró encontrar un oficio que le permitía mantener a su familia, trajo a Gloria a vivir con él, dos años después.
Si desea ayudar económicamente a ésta familia inmigrante puede llamar al (201) 606-5261.