Marlen Esparza, una latina campeona dentro y fuera del cuadrilátero
El mundo del boxeo siempre había sido visto como el deporte más duro y exclusivo de los hombres hasta que las mujeres también reivindicaron el derecho a competir de la misma manera, como ha demostrado la joven latina Marlen Esparza, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Esparza, que hace 25 años nació en Houston, hizo historia al ser la primera mujer de Estados Unidos que calificó a unas Olimpiadas en las que además el deporte del boxeo femenino fue un deporte oficial.
A partir de ese momento, la figura de Esparza no ha hecho más que crecer dentro del mundo del deporte como fuera del cuadrilátero, al ser todo un ejemplo de joven latina.
Su proyección como deportista le hizo merecedora a un documental que presentó la cadena CNN, que mostraba no sólo cómo había logrado la meta de llegar a unos Juegos Olímpicos sino también a la joven latina, hija de un inmigrante mexicano fanático del boxeo, que con esfuerzo y trabajo había logrado uno de sus sueños.
“Siempre tuve muy claro, porque fue el ejemplo que recibí de mi familia, que con el trabajo duro y la lucha permanente puedes conseguir todo lo que te propongas”, declaró Esparza cuando hace un balance de su trayectoria deportiva y personal.
“La motivación en ti misma, y en saber que te esfuerzas en hacer lo que deseas, es fundamental”, precisó.
La deportista rememoró sus complicados inicios en la práctica de este deporte y recomendó no dudar de la capacidad que los seres humanos tienen para la consecución de metas y objetivos.
“Nada fue fácil en mi trayectoria, incluido el rechazo por parte del mundo del boxeo a que comenzase a entrenar, hasta que al final logre convencerles con mi perseverancia que podía hacerlo bien”, explicó Esparza, quien reconoció que al inicio su rendimiento escolar no fue bueno, ni su relación con sus compañeras de clase.
La exigencia de sus padres, David y Carmen, de que no le permitirían seguir en el boxeo si no mejoraba en el colegio le hizo cambiar por completo su comportamiento académico, el cual mejoró progresivamente hasta llegar a ser modélico y con notas sobresalientes.
“Creo que ahí estuvo otra de las claves de mi formación como persona y deportista”, admitió Esparza. “Sentí que debía dedicar todo mi esfuerzo al deporte, pero que también podía hacerlo bien en el colegio y aunque tuve que privarme de muchas cosas al final mereció la pena porque fue lo que me hizo posible ser boxeadora”.
Tanto que Esparza pasó de estar en un programa especial disciplinario por mal comportamiento a ser elegida presidenta de su clase en el último año de colegio en el Pasadena High School, donde se graduó, y fue aceptada en las universidades de Rice, una de las privadas más prestigiosas del país, y la estatal de Texas.
Pero la carrera como boxeadora sigue siendo la primera prioridad en la vida de Esparza, que desea llegar todavía más lejos en las próximas competiciones internacionales y estar con Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de Toronto en 2015 y en los Olímpicos de Rio de Janeiro del 2016.
“Son dos de los grandes objetivos que tengo de cara al futuro, al igual que el campeonato del mundo, porque creo que puedo ganar a cualquier rival, como ya he demostrado en el cuadrilátero”, destacó Esparza, quien mantiene su rutina de entrenamiento con miras a estas competiciones internacionales.
Esparza, que pelea dentro de la categoría del peso mosca, se siente orgullosa de sus orígenes mexicanos y de defender la camiseta del equipo nacional de boxeo de Estados Unidos, por eso en Londres, como hizo Oscar De la Hoya, en Barcelona 92, sostuvo en sus manos las banderas de ambos países.
“Fue un gran honor el tener esa oportunidad de mostrar lo agradecida que estoy con mi familia”, destacó Esparza. “Lo importante es que al final he demostrado que todo es posible cuando se desea de verdad”.
Esparza no olvida su condición de joven, que incluso formó parte del especial de desnudos de la revista ESPN, y que también ha sido imagen de la publicación CoverGirl, y por ello no descarta seguir estudios universitarios.
Los próximos sueños de la boxeadora, una vez que concluya su carrera como deportista, es formar una familia y estudiar medicina, con especialización en la rama de anestesiología.
Irónicamente, Esparza con sus golpes ya ha puesto a dormir a algunas rivales, aunque solo por cuestión de segundos y todo para demostrar que es una auténtica campeona de boxeo.