De regreso a México para morir en su tierra

Con la esperanza de regresar en unos cinco o seis meses, Evandro García Aguilar prepara sus pocas pertenencias para viajar a Chiapas, México, y reunirse con su familia. “Mi mayor anhelo es ver a mi familia. Tengo seis años que no veo a mi esposa y mis tres hijas”, comenta el mexicano.

Con suerte el mexicano podrá ver a su familia, pero las posibilidades que regrese son pocas, a pesar de tener una visa humanitaria. García sufre de un cáncer terminal y los médicos le han pronosticados unos pocos meses más de vida.

“Yo me tomo las cosas con calma, trato de ser positivo, confío en Dios quien es que puede sacar a uno de esta enfermedad”, comenta el hispano un día después de haber sido dado de alta por los médicos el pasado 4 noviembre, luego de permanecer 12 días hospitalizados por complicaciones con una neumonía.

Evandro García padece de leucemia linfoblástica aguda desde el 2012. Desde entonces ha estado en tratamiento en el Robert Wood Johnson University Hospital de New Brunswick. Pese al cuidado de los médicos su enfermedad ha avanzado, al punto de que su cuerpo ya rechaza los tratamientos de quimioterapia.

Sin familiares en Estados Unidos, García ha encontrado el apoyo de amistades y organizaciones comunitarias que le han dado una mano.

La organización Casa Freehold, dirigida por Rita Dentino, ha prestado el mayor apoyo a este mexicano.

“Ya estamos trabajando con el consulado de México en Nueva York. Ellos prometieron comprarle el boleto del avión a Evandro. Esperamos que pueda viajar el lunes 10 de noviembre”, comentó Dentino, quien dijo que su organización busca fondos para que otra persona pueda acompañar a García en el viaje, dada su delicada condición de salud.

Esta organización además se ha propuesto crear un fondo de ayuda económica para la familia de García, quien llegó a Estados Unidos hace seis años con la ilusión de ganar dinero para pagar una mejor educación para sus hijas.

“Hace dos años me detectaron la enfermedad y no he podido trabajar desde entonces”, comenta el mexicano. “Gracias a los médicos y al apoyo económico, moral y el amor de mucha gente que me han dado la mano, he podido salir adelante”.

Dentino señala que su organización está gestionando con los bancos la creación de este fondo, para que cualquier persona pueda contribuir a ayudar a esta familia.

Por ahora, el enfoque es llevar lo más pronto posible al hispano a su tierra natal, para que pueda compartir los días con sus seres queridos hasta que Dios lo decida.

Quienes deseen ayudar al hispano pueden llamar a la Casa Freehold al 732-492-1852.