Congreso republicano comienza su mandato

Con ceremonia, juramentos y la elección de los líderes de la Cámara de Representantes y el Senado, el poder legislativo estrenó un nuevo mandato que promete continuas afrentas a la Casa Blanca en asuntos como el polémico oleoducto Keystone XL, inmigración o cambios en política exterior como en el caso del acercamiento a Cuba.



Los 36 senadores elegidos en las urnas el pasado otoño juraron su cargo ante el vicepresidente, Joe Biden, entre ellos los ocho nuevos senadores republicanos que dieron la vuelta al equilibrio de poder mantenido desde los comicios de 2010 y que permiten que por primera vez desde 2007 los republicanos controlen las dos cámaras.



El nuevo Congreso renovó como presidente de la Cámara de Representantes al republicano John Boehner, al que 25 miembros de su bancada dieron la espalda en la votación, y eligió al senador Mitch McConnell como líder de la nueva mayoría republicana de 54 senadores, poniendo fin al mandato del demócrata Harry Reid.



La primera afrenta será la polémica aprobación para construir el oleoducto de Keystone XL, que transportaría 830.000 barriles de crudo pesado diarios desde Canadá al golfo de México y que el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que Obama vetará.


El poder de veto podría ser la última trinchera para Obama, quien hasta enero de 2017 tendrá que trabajar sin la simpatía de la mayoría del Capitolio en economía, comercio y ambiciosos cambios de rumbo como el acercamiento hacia Cuba.