Más latinos mueren en trabajos del sector de la construcción

Un reciente estudio señala un incremento en el fallecimiento de trabajadores hispanos en el sector de la construcción. Este aumento contrasta con el hecho de que cada días son menos los trabajadores de otros grupos étnicos que fallecen.

El estudio, realizado por BuzzFeed News, destaca el aumento en el riesgos de accidentes laborales, en especial, en el caso de los trabajadores hispanos indocumentados.

La tasa de mortalidad entre los trabajadores latinos de la construcción desde el 2010 aumentó en casi un 20%. Para los no latinos, la tasa de mortalidad se ha reducido en más de un 5%.

Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), entre 2010 y 2013, el número de muertes entre los latinos en la industria de la construcción aumentó de 181 a 231. El número de muertes también aumentó en la industria en general, 774-796. pero los latinos representan el total del incremento: durante el mismo período, las muertes de trabajadores de la construcción no latinos disminuyó de 593 a 565.

El estudio señala que en líneas generales los trabajadores del sector de la construcción laboran en un ambiente más seguro. El número de muertes ha decaído de 11.5 muertes por cada 100 mil trabajadores en el 2004 a 8.6 muertes en el 2013.

Sin embargo, el número de fatalidades entre los hispanos sigue siendo el más alto.

Louis Kimmel, representante de la organización New Labor, con sede en New Brunswick, señala que de acuerdo a las estadísticas de Departamento de Trabajo en el 2012 los latinos nacidos en EEUU que murieron en el trabajo sumaban 264 personas, mientras que ese mismo año los latinos nacidos fuera de EEUU que fallecieron en el trabajo ascendió a 484 personas.

La explicación que dan los analistas a esta situación es el hecho de que un gran porcentaje de trabajadores hispanos son inmigrantes indocumentados, quienes desconocen o temen exigir la indumentaria o equipos de protección. Muchos de ellos trabajan para pequeños contratistas y carecen de la protección de una organización sindical.

Julio César Calix, inmigrante hondureño residente en Nueva Jersey, comenta que hace ocho años estuvo a punto de morir en un accidente laboral.

Calix relata que se cayó de un segundo piso hasta el sótano de una casa que estaban construyendo. “No contaba con ninguna medidas de seguridad. Estaba haciendo el agujero para la escalera cuando me resbalé y caí”.

El hondureño relata que su patrón lo llevó al hospital y le exigió que dijera que se había caído en su casa, sino perdería el empleo. “Yo hice lo que me dijo por temor a perder el trabajo y porque no conocía mis derechos. El patrón ni siquiera me ayudó con los gastos médicos”, señala el joven.

Para combatir esta situación, en Nueva Jersey varias organizaciones de apoyo a los inmigrantes en cooperación con la oficina regional de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) dictan cursos sobre seguridad industrial a los jornaleros e inmigrantes indocumentados.

En estos cursos no solo se les enseñan las normas de seguridad laboral y sus derechos laborales, sino también a saber identificar situaciones peligrosas y tomar acciones.

Según el informe de BuzzFeed News, la mayoría de las muertes ocurren en proyectos realizados por pequeños contratistas que no cumplen con las normas de seguridad establecida por la ley.

El documento destaca que OSHA, la entidad encargada de la supervisión en materia de seguridad laboral de las compañías de construcción, carece de suficiente personal para efectuar su labor. OSHA sólo cuenta con poco menos de dos mil inspectores para todo el país, lo que facilita que muchas compañías no cumplan con las normativas de seguridad.

De allí que el informe plantea la necesidad de que se incrementen las penalidades a las empresas. El monto promedio de una multa por una violación severa en el año fiscal 2013 fue de $1.985 dólares. La multa por una violación en la seguridad por la cual una persona falleció fue de apenas $9.751 dólares. El incremento de estas multas debe ser realizado por el congreso.

Mientras esto ocurre, son los trabajadores quienes deben informarse y educarse sobre las medidas de seguridad y evitar exponerse a situaciones riesgosas. Siempre es mejor perder un trabajo que la vida.