Primera candidata independiente en Puerto Rico
Puerto Rico cuenta desde con la primera candidata independiente de su historia para gobernar la isla: Una joven abogada y empresaria con amplia formación académica que rechaza el bipartidismo y la dictadura de las acreditadoras y encarna los valores y demandas del movimiento de los indignados.
“Me encantaría reunir el apoyo de esa población puertorriqueña que, como en otros países, está cansada del bipartidismo y quiere que se administren bien sus fondos y se apliquen políticas actuales”, explicó Alexandra Lúgaro minutos después de hacer pública esta candidatura histórica.
A sus 33 años y a punto de acabar su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, no duda en levantar sus cartas: Renegociar la deuda si es necesario, legalizar la marihuana y los matrimonios homosexuales, imponer impuestos a las instituciones religiosas y educar en la perspectiva de género, entre otras.
Todas ellas son asuntos muy polémicos en la isla y Lúgaro dice ser consciente de que un candidato de un partido mayoritario no podría permitirse ser tan claro al respecto. Sin embargo, “estoy convencida de que hay mucha gente en Puerto Rico que cree que esto es bueno y necesario; que está cansada de políticos que cada cuatro años cambian a todos los empleados, desmantelan lo conseguido y se ponen a gobernar sin ofrecer verdaderas alternativas”.
Afirma que en Puerto Rico no ha habido protestas sociales de la magnitud de los “indignados” en otros países, en parte debido a que mucha de esa población potencial -a la que Lúgaro podría conquistar con más facilidad- ha emigrado a EE.UU., donde no necesitan pasaporte.
Con tan sólo 3,6 millones de habitantes, cada año emigran unos 50.000 puertorriqueños, en gran parte jóvenes profesionales o con alto nivel educativo que buscan una salida a una economía que lleva más de ocho años estancada o en recesión.
“Soy consciente ello y confío en que se unan a mi reclamo, porque sé que la gran mayoría está deseando regresar, porque allí las cosas no son tan fáciles, aquí se vive mejor, hace mejor clima y no es tan aburrido”, dijo. Aunque en Puerto Rico los partidos básicamente se definen por su opinión sobre el estatus político que debe tener la isla respecto de EE.UU., Lúgaro evitó pronunciarse al respecto. “Lo que yo opine sobre lo que es mejor para Puerto Rico no importa. Lo que importa es qué es lo mejor para Puerto Rico objetivamente. Eso lo tenemos que estudiar con datos y con nuestros mejores expertos y presentar una propuesta seria y definitiva a Washington”, defendió.
Lo que sí dijo abiertamente es que el estatus actual de Estado Libre Asociado a EE.UU. “no es la solución”, sino el culpable de gran parte de los problemas económicos de la isla, asfixiada por su “impagable” deuda de 73.000 millones de dólares y las exigencias de ajustes de las agencias acreditadoras.
En ese sentido, Lúgaro no duda en poner como ejemplo a Islandia, donde “se hizo un referéndum y el 93 % de los ciudadanos se negó a reparar la deuda y el Gobierno, en lugar de ceder ante las presiones financiaras, decidió apoyar a sus ciudadanos y emprendió acciones legales contra los responsables de la crisis financiera”.
“El país redactó una nueva Constitución con la participación ciudadana de todas las ideologías y, sin bajar la cabeza, se recuperaron del colapso financiero”, dijo Lúgaro sobre “un modelo inspirador a seguir”.
En Puerto Rico “creemos que si nos degradan el crédito se va a acabar el mundo”, mientras que “lo que tenemos que hacer es sentar a nuestros mejores expertos y desarrollar un plan económico que no se centre sólo en los recaudos”, como en su opinión hace el Gobierno actual.
Además de economía, el segundo pilar de la candidatura de esta mujer -que aún estudia y que llegará a las elecciones con los 35 años mínimos exigidos por ley para la Gobernación recién cumplidos- se basa en la educación.
Hija de maestra y empresaria en el ámbito educativo, Lúgaro, que a los 12 años trabajaba repartiendo diarios, insiste en recuperar el prestigio y el orgullo de ser maestro, mejorar su formación y su salario, y revisar el modelo educativo.
“Hemos copiado el sistema estadounidense que se basa en superar pruebas estandarizadas y que se ha demostrado un fracaso”, dijo tras poner como ejemplo modelos como los de Singapur, Finlandia, “o incluso Cuba”.
Lúgaro confiesa haber votado en alguna ocasión a los independentistas y en la última ocasión al actual gobernador, “algo de lo que me arrepiento”.