Tecia Torres, un “pequeño tornado” de las artes marciales

Aunque las artes marciales le aportaron a Tecia Torres la disciplina para centrarse en sus estudios, nunca imaginó que le brindarían el apodo de “Pequeño Tornado” por su habilidad para sacudir el cuadrilátero del campeonato mundial Ultimate Fighting, donde ostenta el quinto lugar en la categoría peso paja.



La deportista de 25 años y ascendencia puertorriqueña, explicó en entrevista telefónica con Efe en Miami que las artes marciales cambiaron su vida desde que comenzó con el kárate a la edad de 5 años.



“Siempre fueron el amor de mi vida, cuando estaba en la escuela era la disciplina que necesitaba para seguir adelante y tener buenas notas”, reveló Torres, que “nunca imaginó” dedicarse a las artes marciales en la vida adulta, ni que recibiría el apodo de “Pequeño Tornado”.



Sus buenos resultados en el campeonato Invicta llamaron la atención del presidente de la organización mundial Ultimate Fighting Championship (UFC), que en 2013 le dio la bienvenida a este reputado campeonato televisado con sede en Las Vegas y a su recién inaugurada categoría de peso paja (115 libras).



Torres expresó su admiración por la medallista olímpica Ronda Rousey, campeona en la categoría Bantamweight y a quien atribuye haber “abierto las puertas a las mujeres en el UFC”, una oportunidad que no planea desperdiciar puesto que ha “trabajado muy duro” para llegar a donde está.



“Cuando tengo una pelea, estoy en el gimnasio seis días a la semana, dos veces al día, probablemente unas 3 o 4 horas, y tengo un entrenamiento más duro”, explicó.



No obstante, y con el objetivo claro de lograr el número uno en su categoría en próximo año, la deportista apuntó que a largo plazo le interesa “ser recordada como un buen ejemplo” para las generaciones venideras.



“Quiero que se me recuerde por hacer las cosas de la manera correcta y ser humilde sobre cómo fui una luchadora”, comentó Torres, que sigue un estilo de vida “straight edge”, es decir sin alcohol y sin drogas, y defiende que la “educación va primero”.



Aunque Torres, que estudió Justicia Criminal y Sociología, admitió no seguir ningún ejemplo en lo profesional, sí indicó que trabaja para sí misma y para su familia.



Reveló que quería ser policía pero cambió de idea porque no sería capaz de “sostener un arma”. En lugar de ello, le gustaría “abrir una escuela algún día y enseñar autodefensa”.



Para la deportista, que asegura ser una “chica normal” a la que no le gusta la confrontación en lo personal, el cuadrilátero es donde “gana dinero” y supone enfrentarse a otra mujer que quiere “exactamente lo mismo”, por lo que no está allí “para divertirse”.



Sin embargo, su personalidad como luchadora es “más bien feliz”, explicó, puesto que cuando entra en la pelea sonríe y tiene buen ánimo.

“Decididamente, amo lo que hago”, añadió.

Torres reconoció que es una de las pocas latinas en este deporte, pero destacó que en Mexico más mujeres con talento están siendo reconocidas y “solo es cuestión de tiempo que el UFC las traiga” a la palestra, labor para lo cual quiere ejercer de ejemplo y embajadora.

“Siento que tengo la oportunidad de hacerlo y quiero hacerlo bien: mostrarles que somos una estirpe diferente de mujeres”, concluyó.