Instan a entregar permisos de DACA

La devolución de permisos de trabajo de DACA para cambiarlos de tres a dos años afecta a menos de mil estudiantes indocumentados que no los han entregado al gobierno federal, y aunque no es motivo de alarma, debe hacerse de inmediato para evitar perder eventualmente los beneficios de este alivio migratorio.



“Tenemos a un grupo de muchachos DACA que obtuvieron su permiso de trabajo por tres años a partir del 16 de febrero de 2015, esos muchachos tienen la necesidad de cambiar los permisos”, explicó Carlos Sada, cónsul general de México.



La situación es una consecuencia del fallo de febrero pasado del juez federal Andrew Hanen, que suspendió de forma temporal las medidas administrativas emitidas por el presidente Barack Obama el 20 de noviembre de 2014, que incluía la extensión de estos permisos de DACA de dos a tres años.



No obstante, los permisos de trabajo emitidos entre el 20 de noviembre de 2014 y el 15 de febrero pasado no están siendo cuestionados”, aseveró Jorge Mario Cabrera, directivo de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes.

“Las personas aprobadas durante ese tiempo no tienen nada de que preocuparse”, aseguró Cabrera, al afirmar que en ese período el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) entregó cerca de 108.000 permisos de trabajo por tres años que siguen vigentes.



A los jóvenes que deben cambiar su permiso de trabajo de tres años por uno de dos años, el USCIS “les ha enviado ya tres cartas y muchos de ellos ya han respondido, pero otros no”.


Se calcula que “la retracción aplica a 2.000 permisos de trabajo DACA adicionales” y que cerca de 1.100 de esos permisos de tres años, ya fueron cambiados.



Para contactar a quienes no han devuelto su permiso, las autoridades han comenzado “a habilitar agentes para que vayan a sus domicilios”, explicó Sada. Visitas que ya comenzaron. “Es inaudito, ridículo y extremo hacer visitas a las casas de los amparados por DACA para reclamar estos documentos que fueron expedidos por error del Departamento de Inmigración y no de los jóvenes”, criticó Cabrera.

“Lo que queremos es que de alguna forma se alerte, ya sea a los padres o a los muchachos, para que no se espanten ni se pongan nerviosos al recibir la visita, lo que van a hacer es a cambiar un permiso por otro”, explicó el cónsul Sada.



Cabrera a su vez resaltó que quienes van a las casas “no son agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), sino funcionarios del USCIS”.

El trámite de cambio del permiso de trabajo no debe tener ningún costo, y para realizarlo no se necesita ningún tipo de asesoría legal.



“También estamos tratando de evitar que vayan a ser sorprendidos por algún notario o abogado que les ofrezca asesoría y les cobre innecesariamente”, enfatizó Sada.