Minorías todavía sufren discriminación en su derecho a voto, según activistas
La Ley del derecho al voto cumplió 50 años y, aunque es considerada un logro histórico en la lucha por los derechos civiles, ha sido debilitada en algunos estados y enfrenta obstáculos que afectan el libre sufragio de las minorías, según grupos latinos.
EEUU sigue siendo una de las democracias de un país desarrollado con el índice de participación en elecciones más bajo y una de las pocas sin registro universal de votantes. En 2012, solo el 53,6% de la población con derecho al voto acudió a las urnas, el tercer peor dato de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), solo por delante de Japón, Chile y Suiza en comicios recientes.
Casi la mitad de los estadounidenses que podrían votar no lo hacen porque no están registrados, un problema que persiste medio siglo después de la eliminación de las barreras raciales al voto y se ha exacerbado en los últimos años en estados conservadores.
Cuando el entonces presidente, Lyndon B. Johnson, promulgó la ley el 6 de agosto de 1965 declaró que su propósito era corregir un error que “nadie, en su corazón, puede justificar”, la negación del derecho al voto a las personas de color.
Con la ley se eliminaban barreras legales, a nivel estatal y local, que evitaban que los negros ejercieran su derecho constitucional de votar. Sin embargo, transcurrido medio siglo, la lucha por los derechos civiles todavía está vigente en EE.UU., en particular en estados donde la población latina crece rápidamente y tiene dificultades para sufragar.
Según el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (NALEO), Arturo Vargas, “queda mucho por hacer” en Alabama y otros estados que han aprobado leyes que buscan dificultar el voto y el registro de votantes.
Estos se amparan en un dictamen de 2013 del Tribunal Supremo que invalidó una parte de la ley que requería que algunos estados con antecedentes de discriminación racial consultaran al Gobierno federal antes de introducir cambios en la ley electoral.
Vargas sostuvo que el dictamen “debilitó de manera significativa” la ley y permitió que nueve estados impusieran prácticas discriminatorias, que incluyen reducción del horario de votación, rediseño de los distritos electorales, depuración de registros, prueba de ciudadanía para registrarse como votante o presentación de una identificación para votar.
“Es importante que los latinos, que se han convertido en una parte importante del electorado, puedan hacer escuchar sus voces en las urnas sin enfrentar barreras u obstáculos discriminatorios”, expresó.
Su organización estima que hay casi siete millones de latinos elegibles para votar que residen en las jurisdicciones que dejaron de ser protegidas por la ley y no cuentan con herramientas que son cruciales “para combatir prácticas discriminatorias”.
En total, en la elección de 2016 habrá 28,5 millones de latinos habilitados para elegir al nuevo ocupante de la Casa Blanca y tanto NALEO como otras organizaciones apoyan la enmienda HR 885 presentada recientemente en la Cámara de Representantes para restablecer las protecciones.
Eric Rodríguez, del Concejo Nacional de La Raza (NCLR), pidió la intervención del Congreso para restablecer el control federal y “proteger a los vulnerables”.
En una entrevista con Efe, dijo que los legisladores deben aprobar rápidamente la ley para evitar que la próxima elección presidencial sea la primera sin la protección total del derecho al voto desde 1965.
“En los dos últimos años hemos visto un aumento de los esfuerzos para aprobar leyes restrictivas en el país que afectan a los latinos y votantes de minorías”, señaló. “Es evidente que nuestra historia de discriminación en el voto no ha quedado atrás”, dijo Rodríguez, quien aseguró que NCLR continuará trabajando con otras organizaciones defensoras de los derechos civiles para estar seguros de que los latinos “puedan registrarse y votar” el próximo año.
El derecho al voto se ha convertido en uno de los temas de la campaña electoral, donde la precandidata demócrata Hillary Clinton acusó a sus rivales republicanos de privar de sus derechos a las minorías que a menudo votan a su partido.
“Qué es lo que temen de la democracia”, preguntó en un acto reciente en Texas donde se refirió a los esfuerzos “sistemáticos y deliberados” de los republicanos para dificultar el voto a las minorías y personas de bajos recursos.