Resiliencia y preparación, las lecciones de “Katrina”
Resiliencia para superar la catástrofe y preparación para sobrevivir a otras futuras, esas son las lecciones de Nueva Orleans (Luisiana) diez años después de que el huracán “Katrina” asolara la ciudad, explicó su alcalde, Mitch Landrieu.
“En la última década, Nueva Orleans ha pasado por todo tipo de dificultades, no sólo el ‘Katrina’, sino también los huracanes ‘Rita’, ‘Ike’, ‘Gustav’, ‘Isaac’, el vertido de petróleo de BP, y la recesión nacional, todo eso”, dijo Landrieu en una conferencia en el Club Nacional de la Prensa de Washington, en las vísperas del décimo aniversario de la catástrofe.
“Pero no nos vinimos abajo, porque nosotros no nos venimos abajo. Somos gente resiliente e ilusionada por naturaleza. Pese a todo por lo que hemos pasado, un sondeo reciente de la Fundación Kaiser y la (radio pública) NPR reveló que un 78% de los residentes son optimistas respecto al futuro de la ciudad”, añadió.
El próximo 29 de agosto se cumplen diez años de uno de los días más negros que ha vivido Estados Unidos: el huracán Katrina golpeaba la costa del Golfo de México dejando el 80 por ciento de la ciudad de Nueva Orleans bajo el agua. La catástrofe se saldó con más de 1.800 muertos, más de un millón de desplazados, más de un millón de casas dañadas, 250.000 destruidas y alrededor de 150.000 millones de dólares en pérdidas materiales.
“Cuando algo de esa fuerza golpea una ciudad como la nuestra, o como Miami o Nueva York, no hay mucho más que se pueda hacer que irse de allí”, admitió Landrieu, aunque subrayó que tanto Nueva Orleans como el país han aprendido las lecciones de aquella catástrofe y están hoy más preparados para afrontar nuevos sucesos de esa magnitud.
“Nueva Orleans se ha convertido en líder en preparación frente a emergencias. Hace diez años, ninguno de nosotros estaba preparado para una tormenta como “Katrina” y sufrimos las terribles consecuencias. Ahora, todos estamos en la misma página y nuestra preparación es amplia y profunda”, aseguró el alcalde.
El demócrata Landrieu era vicegobernador del estado de Luisiana cuando el huracán “Katrina” golpeó la costa del Golfo de México hace diez años, bajo la presidencia de George W. Bush, y está ahora en su segundo mandato como alcalde, puesto que ocupa desde mayo de 2010.
“Desde el ‘Katrina’ hemos dado un giro cultural y ahora nuestra preparación para emergencias forma parte del engranaje de nuestro día a día. Si conduces alrededor de la ciudad verás murales de arte público a los que llamamos ‘puestos de evacuación’, que sirven como lugar de encuentro durante una evacuación. Son símbolos físicos de nuestra preparación”, explicó.
“Nueva Orleans ha pasado de estar literalmente bajo el agua a ser una de las ciudades que más rápido crecen en Estados Unidos, con miles de nuevos trabajos, nuevas industrias, escuelas que mejoran, propiedades que se revalorizan, y una más nueva y fuerte protección de inundaciones que reducirá el riesgo de los huracanes”, destacó.
Landrieu, el primer alcalde blanco en la mayoritariamente afroamericana Nueva Orleans desde que su padre dejara el cargo en 1978, quiso lanzar también un mensaje de apoyo al movimiento “Black lives matter” (“Las vidas de los negros importan”), surgido tras la muerte hace un año del joven Michael Brown a manos de un policía blanco en Ferguson (Misuri).
“Tiene que haber justicia, y tiene que haber paz. Las vidas de los negros importan, tanto si se pierden en tiroteos como si se pierden en años de cárcel”, dijo.
“Lo que vimos hace diez años en el ‘Superdome’ (el estadio que sirvió de refugio a miles de personas tras el huracán y que registró disturbios) y lo que hemos visto más recientemente en los disturbios de Baltimore y Ferguson es que seguimos sin cumplir la promesa de ser una nación, indivisible, con libertad y justicia para todos. Pero podemos llegar a ahí”, concluyó.