El “boom” del arte hispano se abre paso entre las instituciones de EEUU

Los artistas hispanos de Estados Unidos siguen decididos a abrirse paso entre las grandes instituciones culturales del país y son ya reconocidos por la Galería Nacional de Retratos de Washington, donde por primera vez tres latinos exponen entre los mejores retratistas estadounidenses.



La galería, que forma parte de la red de museos Smithsonian, inauguró “The Outwin 2016: American Portraiture Today”, una muestra resultado de un prestigioso certamen que está compuesta por los mejores 43 retratos de los más de 2.500 artistas que se presentaron al concurso, entre los que se seleccionaron tres artistas hispanos.

Ellos son el puertorriqueño afincado en Nueva York Adrián “Viajero” Román, el veterano artista chicano Gaspar Enríquez y Rigoberto González, también con raíces mexicanas y que desarrolla su arte en la ciudad de El Paso, inspirado por las historias de los que cruzan la frontera.



“Es un privilegio participar en esta exposición porque casi nunca nos exhiben en los museos o galerías en general, siempre tenemos que ser diferenciados como chicanos o mexicanos en lugar de como artistas”, explicó Enríquez, que expone un retrato en gran formato del también pintor John Valadez, oriundo de Los Ángeles.



Hasta hace poco, la vibrante producción de obras del colectivo de artistas hispanos no se correspondía con su penetración en las instituciones y museos de Estados Unidos, indicó la comisaria de arte latino de la Galería Nacional de Retratos, Taína Caragol.



“Lo que estamos viendo nuevo es una validación institucional a nivel nacional a través del Smithsonian y otros museos importantes que están reconociendo finalmente las obras de estos artistas, que antes se quedaban en un nivel regional dentro de las comunidades hispanas”, agregó la experta.



El paso que da ahora el Smithsonian va en la línea de la primera exposición del nuevo museo Whitney de Nueva York, casa y motor del arte estadounidense desde hace casi 100 años, que cuando inauguró su sede en el Bajo Manhattan la pasada primavera ya incluyó la obra de latinos como Harry Gamboa Jr. o Carmen Herrera entre los mejores representantes del arte contemporáneo del país.



Por este motivo, una de las reivindicaciones más recurrentes de este grupo de creadores es que la industria cultural deje de clasificarlos como una variante del arte latinoamericano, ya que la mayoría de sus miembros se han formado, educado y crecido en las escuelas y tendencias de Estados Unidos.



“Algo de lo que ha sufrido muchísimo el arte hispanoamericano desde los años 80 es una cierta inclinación de las instituciones a los estereotipos y a decir que el arte latino tiene una estética, es figurativo y tiene colores brillantes, y no siempre es el caso”, argumenta Caragol, defensora de la heterogeneidad del grupo.



Por ejemplo, en “Caja de memoria viva II”, el joven Adrián “Viajero” Román retrata el periplo de una familia desde Puerto Rico hasta Nueva York en los años cuarenta del pasado siglo a través de una instalación multimedia tridimensional que permite al espectador entrar en la cabeza de la protagonista, literalmente.



“La pieza es muy directa, habla sobre conocer y reconocer nuestra identidad puertorriqueña y nuestra ascendencia africana. Es una representación de una historia de migración en una época en que había mucho racismo. Ella no quiso dejar atrás que era negra, para nada”, señaló Román.



El director del Smithsonian Latino Center, Eduardo Díaz, insistió en que en la actualidad el mundo del arte en EE.UU. ya ve a los hispanos como “parte del canon del arte norteamericano”, por lo que se organizan más exhibiciones y hay más investigación.



El artículo que el diario The New York Times dedicó en sus páginas del pasado domingo a Vincent Valdez, de San Antonio (Texas), y la conferencia “Latino Art Now”, que tendrá lugar este abril en Chicago, son solo algunos de los ejemplos de ello.

“The Outwin 2016: American Portraiture Today” se exhibirá en la Galería Nacional de Retratos hasta el 8 de enero de 2017.