“X-Men: Apocalipsis” explora los peligros de la religión y del fanatismo
El Profesor X, Magneto, Mística y la Bestia, junto a una decena más de superhéroes, luchan para evitar la aniquilación de la humanidad en la cinta “X-Men: Apocalipsis”, que indaga en los peligros de la religión y del fanatismo.
El filme, que se espera que se erija como uno de los éxitos de taquilla (“blockbuster”) de este verano y que se estrenó este 27 de mayo, reúne de nuevo a un reparto de lujo capitaneado por Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, James McAvoy, Hugh Jackman y Nicholas Hoult.
Los personajes de los cómic Marvel se verán las caras con Apocalipsis, el primero y más poderoso de todos los mutantes, que ha sido adorado como un Dios desde el Antiguo Egipto y que, tras cuatro mil años de letargo, se propone acabar con todas la vidas humanas y crear un nuevo orden mundial.
El encargado de dar vida al amenazante Apocalipsis es el guatemalteco Oscar Isaac, que le ha cogido gusto a las superproducciones tras su participación en el último largometraje de “Star Wars”, “The Force Awakens”. Bryan Singer, que dirige por quinta vez una secuela de esta saga, subrayó en una entrevista que el villano “es un falso Dios” que al actuar con “arrogancia” lleva al mundo a su descalabro.
Plagada de citas bíblicas y con la incorporación de un superhéroe religioso y practicante, el cineasta muestra los riesgos del “fanatismo”, situación a la que se llega cuando “la gente está desencantada”, y sigue ciegamente a un ser “que reclama que le rindan culto”.
El director explicó que una de sus líneas argumentales preferidas en esta entrega es la relación entre el Profesor X (James McAvoy) y Mística (Jennifer Lawrence), que marcará el destino de todos los superhéroes.
“El Profesor X se emociona con la idea de que los humanos acepten a los mutantes y Mística lo lleva a enfrentar ese idealismo. Con el ascenso de Apocalipsis, llegan a una especie de entendimiento y así es como experimentamos la formación de los ‘X-Men’”, anticipó Singer.
La que es la última película de la trilogía “X-Men: First Class”, cuenta como principal reclamo para el público con las versiones jóvenes de los mutantes de la película original.
La cinta de Marvel revelará el origen de Tormenta, personaje que Halle Berry llevó a la fama y que ahora interpreta Alexandra Shipp; y también cómo se conocieron Cíclope (Tye Sheridan) y Jean Grey, cuyos poderes telequinéticos manejará en el nuevo filme Sophie Turner, conocida por “Game of Thrones”.
La actriz, acostumbrada a las batallas entre las familias Stark, Lannister y Targaryen por el Trono de Hierro, se convierte en una pieza clave y en el desencadenante para comprender la historia de Wolverine (Hugh Jackman) y conectar así las dos películas que se centran en el mutante de las garras con el resto de la saga “X-Men”.
Junto con Evan Peters, que se pone por segunda vez el traje de un Quicksilver rebelde y amante de la música rock, Sophie Turner forma parte de los interpretes recién llegados a esta franquicia que llegan dispuestos a hacerle sombra a los consagrados Patrick Stewart e Ian McKellen.
“Vamos a traer diversión. Sophie y los demás (superhéroes) ofrecen una historia seria con personajes que han fascinado a todo el mundo”, remarcó Peters. “Y Evan es el encargado de aportar un toque de comedia con un punto engreído, bufón y loco”, añadió Turner.
Sobre un cierto paralelismo entre Jean Grey y Sansa Stark, la británica de 20 años afirmó que “no tienen tanto en común” y que no mantienen ninguna “conexión”. Sin embargo, admitió la existencia de ciertas “similitudes” entre ambos personajes cuando “Sansa se convierte en una ‘Sansa oscura’” y, cuando al principio de “X-Men: Apocalipsis” y de “Game of Thrones”, tanto la superheroína como la descendiente de la casa Stark se caracterizan por ser “vulnerables, alienadas y por tener miedo de sí mismas”.
La factoría de Marvel se muestra imparable y, además de esta cinta, ya prepara “Wolverine 3” con Hugh Jackman para 2017 y “Deadpool 2” con Ryan Reynolds, que se espera que también cosechen éxitos.