Estudian perdonar a reos por drogas

El Gobierno delineó nuevos criterios por los que los presos por delitos relacionados con las drogas que no sean violentos y lleven encarcelados más de 10 años podrán solicitar la clemencia presidencial, en un intento por suavizar las penas por infracciones consideradas menores.



El subsecretario de Justicia, James M. Cole, detalló los requisitos de la nueva iniciativa anunciada por el fiscal general, Eric Holder, quien aseguró que espera recibir “miles” de solicitudes de reducción o conmutación de sentencias.



Quienes deseen acogerse a los nuevos criterios deben ser infractores “no violentos y de bajo perfil, sin lazos significativos con organizaciones criminales, bandas o carteles a gran escala”, y haber cumplido “al menos 10 años de su sentencia de prisión”, informó el Departamento de Justicia en un comunicado.



Además, deben encontrarse “actualmente cumpliendo una sentencia federal en prisión y, de acuerdo con la ley, recibirían una sentencia sustancialmente menor si fueran condenados hoy” por el mismo motivo.



Junto a esas condiciones, los presos que soliciten clemencia deben cumplir también todas las siguientes: “no tener un historial criminal significativo, haber demostrado buena conducta en prisión” y “no tener ningún historial de violencia previo a su actual tiempo en prisión o durante el mismo”.



El Gobierno de Barack Obama busca así generar un mecanismo de alivio para los presos condenados antes de que entrara en vigor la Ley de Sentencias Justas, aprobada en 2010 para reducir la disparidad entre las penas por la posesión de “crack” y las correspondientes a tenencia de cocaína en polvo.



Durante alrededor de dos décadas, EE.UU. impuso duras sentencias a los condenados por traficar o poseer “crack” porque se consideraba que era una sustancia más adictiva que la cocaína en polvo y que estaba más ligada al crimen violento.

Pese a que los tribunales ya no actúan así, quedan muchos estadounidenses cumpliendo largas condenas en prisión federal por esos delitos, y que “tendrán que pasar mucho más tiempo en la cárcel de lo que pasarían si les sentenciaran hoy por exactamente el mismo crimen”, según recordó Holder.

En diciembre de 2013, Obama ya conmutó las sentencias de ocho individuos que habían sido sentenciados antes de aprobarse la nueva ley, y desde entonces ha expresado su deseo de “considerar más peticiones de clemencia de presos que estén en situaciones similares”, explicó el Departamento de Justicia.