Suicidios amenazan a hispanos

Una fantasma avanza sigiloso entre la comunidad inmigrante latina, rapando entre la tristeza y la ansiedad: es la depresión, que, si se prolonga y se hace insoportable, puede llevar al suicidio.

“La depresión no es una señal de debilidad, no hay porque avergonzarse” dijo la sicóloga Ingrid Díaz del programa YCS, durante la exposición “La Depresión” organizada por la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales ( NAMI) en Español, en West New York, por el Mes de la Salud Mental.

Un participante, que reclama anonimato, nos relata que la tristeza no lo abandona.

“Me da por tomar. Pero después es peor tengo pesadillas. Creo que me siguen,” dice el salvadoreño, residente en Union City, con todo los indicios de tener lo que la jerga médica llama trastorno de estrés postraumático, que suele atacar a los migrantes.

La sociedad de Siquiatría Americana, en su libro “Salud Mental: Una guía para los latinos y sus familias”, disponible gratuitamente en internet en formato pdf, dice que el mal le roba la energía, escamoteándole el placer y las ganas de vivir del afectado.

“Habitualmente la depresión se presenta sigilosa y lentamente, absorbiendo la energía, el placer y el significado de la vida de una persona. La depresión no es solo sentirse desanimado, abatido o triste. Es sentirse así durante semanas. Algunas personas con depresión se sienten tan mal que el suicidio se ve como una opción atractiva,” se lee en el libro.

Así las cosas, 16 personas se suicidan a diario en Los Estados Unidos, sin discriminar entre blancos, afroamericanos, chinos o latinos, dice la sicóloga Díaz a los asistentes a la charla de NAMI.

La especialista señaló que la depresión puede ser genética o puede ser ocasionada por un evento de profundo impacto, como la muerte de un familiar o una enfermedad grave diagnosticada o, también, debido a cierta medicación que afecta los niveles químicos del cerebro que originan la depresión.

“El uso de drogas y el alcohol, también pueden llevar a la depresión. Cuidado con eso,” advirtió.

Los síntomas de “la depre” son fáciles de detectar: la pérdida del interés por el sexo, sentirse culpable o sin valor, ganar o perder peso, comer mas o menos de lo habitual, cansancio, dificultad para concentrarse o dormir mucho o poco, y, pensamientos recurrentes de suicidio.

Martha Silva, de NAMI en español, recomienda que las personas deben recurrir a un especialista y que no deben tomar medicinas por su cuenta.

La medicina no cura, sólo controla, de allí la importancia de tener al mismo tiempo terapia de grupos. Por ello NAMI ofrece servicios de salud mental, referencia a especialistas y programas de terapias.

Recomendaron tener mucho cuidado con la automedicación, tan habitual en nuestra comunidad, y diferenciar entre las pastillas para dormir, que causan adicción, y los antidepresivos (que deben ser recetado por un médico), que no causan adicción, pero que deben ser tomados moderadamente.

Por otro lado, refirieron que se necesita mantener control sobre amistades, páginas de internet que visitan nuestros hijos e hijas, inclusive contraseñas de correos electrónicos o facebook, para evitar que ocurran desgracias a espaldas de los padres.

“Se podrá decir muchas cosas, pero los padres debemos tener supervisión sobre lo que hacen nuestros hijos. Lo siguiente demuestra que es necesario mantenerse alerta: una madre me contó que descubrió entre las cosas de su hija, un diario en el que decía que estaba planeando suicidarse,” dijo Silva de NAMI.