Especialistas señalan que la vuelta a clases debe promover dietas saludables

La vuelta a clases representa una buena oportunidad para los padres de promover mejores hábitos alimenticios entre sus hijos y reducir las meriendas con altas dosis de azúcar y calorías, muy comunes en verano.

Las autoridades sanitarias recomendaron que la rutina alimenticia en la temporada escolar debe incluir una mayor cantidad de frutas y verduras en las meriendas en vez de alimentos procesados y jugos, cuyo consumo va en aumento de acuerdo a datos recientes de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).



“Ha habido un progreso en el consumo de frutas y verduras entre los niños, pero todavía tenemos mucho trabajo por hacer porque la mayoría de los niños no consume todavía la cantidad sugerida mínima de verduras y frutas”, dijo Felipe Lobelo, epidemiólogo de los CDC.



Los datos que maneja el CDC, no obstante, arrojan cierta esperanza, dado que el consumo de vegetales y frutas entre los menores de 2 a 18 años aumentó un 67 % entre 2003 y 2010, cifra que además refleja que la ingesta de jugos ya no es la principal fuente de frutas en su alimentación.



Aún así, los expertos recomiendan el consumo de mínimo una taza de frutas y una de verduras al día entre niños que llevan a cabo 30 minutos de actividad física al día, un objetivo en el que el ejemplo de los padres resulta vital.



“Los padres deben dar el ejemplo al comer frutas y verduras en la casa, y siempre probar nuevas frutas y verduras y cocinarlas de manera interesante para ayudar a los niños a superar la fobia que en muchos casos tienen”, manifestó Lobelo.



En la misión de promover una mejor alimentación para los menores, las escuelas, como no, deben ser también “aliados” indispensables.



De acuerdo con los CDC, los cerca de 60 millones de niños en Estados Unidos que van a la guardería o a la escuela adquieren muchos de sus hábitos alimenticios en este entorno y puede generar un efecto por el resto de sus vidas.



Las autoridades sanitarias han desarrollado por ello iniciativas como la campaña “¡A moverse!”, además de nuevos estándares nutricionales en las escuelas para promover una alimentación saludable.

De igual manera, instan a los padres que envían a sus hijos con meriendas y almuerzos desde el hogar a que opten por las opciones más saludables.



Para Lobelo, es importante que este mensaje llegue a los hispanos, una comunidad con una fuerte inclinación hacia los carbohidratos en su dieta y que, al lado de los afroamericanos, encabezan los grupos étnicos con tendencia al sobrepeso y la obesidad.



“Lo importante es limitar los carbohidratos y limitar el consumo de jugos y bebidas gaseosas que contienen mucha azúcar”, indicó el especialista.



Lobelo explicó que una dieta saludable debe contener vegetales en la mitad del plato, un cuarto debe estar constituido por proteínas y un cuarto debe ser para carbohidratos.