Tienda pagará multa por discriminación

La cadena de grandes almacenes Macy’s ha acordado con el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, el pago de una multa de 650.000 dólares por discriminación racial a clientes en sus establecimientos, tras recibir más de una docena de quejas.



Este acuerdo llega después de 16 meses de investigación por parte de Fiscalía, en los que se registraron no solo trato desigual a los clientes en algunas de las 42 tiendas que tiene Macy’s en el estado de Nueva York, sino detenciones inapropiadas en la tienda Macy’s en Herald Square, en Manhattan.



Además del pago de la multa, en el acuerdo Macy’s se compromete a contar con un experto independiente con experiencia en leyes contra la discriminación, tener un monitor de seguridad a tiempo completo que registre posibles actos discriminatorios y poner a disposición del usuario la Declaración de Derechos del Cliente en inglés y en español.

Los empleados de Macy’s recibirán, asimismo, cursos de conducta y se establecerán nuevos requisitos de mantenimiento de registros sobre las aprehensiones, detenciones no productivas, y las interacciones con los clientes realizadas por los empleados de seguridad.



Según Schnedierman, el acuerdo “ayudará a asegurar que nadie sea injustamente señalado como un presunto delincuente cuando va de compras en Nueva York y que todos los neoyorquinos disfrutan de acceso pleno e igualitario a nuestros establecimientos comerciales”.



La Oficina de Derechos Civiles abrió una investigación sobre Macy’s en febrero de 2013, después de recibir varias quejas de los clientes pertenecientes a minorías raciales, informa la fiscalía.

Desde entonces, la oficina ha recibido quejas de 18 clientes afroamericanos, latinos y otras minorías que afirmaron haber sido detenidos en tiendas de Macy’s entre 2007 y 2013 sin haber robado o haber intentado robar.



La investigación reveló que Macy’s investigó y detuvo a minorías por presuntamente robar a tasas significativamente más altas que los clientes blancos.

Además, a los clientes con dominio limitado del inglés sospechosos de hurto o fraude de tarjetas de crédito no se les permitió hacer llamadas telefónicas, ni tener acceso a un intérprete y fueron obligados a firmar notificaciones de transgresión a pesar de que no podían entender su contenido.



El de Macy’s es el segundo acuerdo en lo que va de año entre el fiscal y otras tiendas de Nueva York con prácticas discriminatorias hacia los clientes.

“Las acusaciones recientes de perfiles raciales en algunas grandes y famosas tiendas de Nueva York son un buen recordatorio de que la protecciones otorgadas por la Ley de Derechos Civiles de 1964 aún se necesitan hoy -y que la igualdad de la justicia bajo la ley sigue siendo un ideal americano que aún nos estamos esforzando en alcanzar”, aseguró Schneiderman.